Las mañanas, si no llueve me gusta pasear por las calles mirando escaparates. Me fijo es los ropitas de bebés, no se porque me entra nostalgia de tiempo vivido cuando mis niños eran pequeños. Cuando llueve no salgo de casa y hago esos, jerséis, baberos y zapatitos que vi en el escaparate. Los confecciono de distintos hilos y colores. Los envuelvo en papeles de celofán y los guardo en cajas de zapatos. De vez en cuando los miro y los remiro embelesada. Tengo la esperanza que mis hijos me hagan abuela. ¡Ya es hora! se les va a pasar el arroz.
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