Te quiere, mamá, allá donde esté, mis gritos se tiene que
oír, mira esa estrella que titila en el cielo, aquella que brilla más que ninguna, allí está.
Sé que te acuna con sus brazos todavía, siento que te protege ¡sí! Veo su cara linda cuando te miraba para decirte ¡te quiero! Veo sus manos que te acariciaba cuando estabas triste.
Presiento todavía su presencia cuando estabas en situación de riesgo. Ella está en nuestros corazones, como diamantes incrustados en
una roca.
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