lunes, 7 de marzo de 2016

39 JORNADAS DE TEATRO " Conjuro" magia de Yunke

       Ayer  asistimos a ver Magia " Conjuro" de Yuke. Fue  un expectáculo fabuloso  que duró  80 minutos  donde el ilusionista hizo   maravillas  que  nos  sorprendió a  toda la gente que asistimos.
          Yunke. El mago natural de Castellón llega dispuesto a romper los esquemas de los espectadores

      Yunke, uno de los grandes  ilusionistas de nuestro tiempo, lleno de magia  de misterio, belleza y riesgo. Siendo sus"grandes ilusiones" sobrecogedoras  e hipnóticas su  grandeza en el  escenario le ha hecho merecedor de los mas  relevantes  premios y las más  prestigiosas cadenas de  televisión de todo el mundo se  disputan sus  actuaciones. Todo empezó, según ha contado, cuando  a los  siete años, un amigo le hizo un truco  con unos palos de madera. La impresión fue  tal que se puso manos a la  obra hasta llegar a la  cima donde se encuentra.
      En Conjuro presenta sus  ultimas creaciones mágicas junto a esas otras  hacia las  que  guarda  especial cariño y que han cimentado su carrera situándolo en el Olimpo de la Magia. Conjuro es uno de los más  completos  y  celebrados espectáculos de Yunke. Y de éste ofrecerá don funciones  en las  Jornadas. En la primera , a las  5 de la tarde, prestará especial  atención al público infantil, pero sin renunciar a ninguna de sus  fantasías  propuestas. En la segunda , el mismo Yunke con el mismo Conjuro, magia  genial para todos los públicos.
                                                                     Jornadas de Teatro


        Se llama Salvador Vicent Martínez, aunque es más conocido por 'Yunke', un mote de la infancia en memoria de su abuelo que fue herrero. Este reconocido ilusionista castellonense, que ha actuado en varios países y es un habitual de algunos programas de televisión como 'El Hormiguero', llega hoy a Eibar  La cita es a las 5:00 horas para público infantil  20:30, horario para adultos  las entradas cuestan 15 euros.

                                             Yunque después de terminar la función se fotografió con quien quisiera en este caso  conmigo 

           Yunke (Mago) : " El mago se cree que es mago y por eso consigue emocionar". Las jornadas de Teatro de Éibar cambian de género cada día y hoy abren el escenario del Coliseo a las grandes ilusiones.
Yunke es el nombre de un mago conocido por su participación en espacios de televisión , el último " El hormiguero". Allí da muestras de la capacidad que le ha permitido cosechar premios y recibir la cara de sorpresa y el aplauso función tras función. Hoy llega a Éibar con dos pases de su espectáculo " Conjuro !, magia de primera división.

—Que se puede adelantar del espectáculo "Conjuro" que viene a Éibar?
—Es una pequeña degustación de la magia porque  intentaremos tocar las  especialidades. Habré magia de  cerca y también grandes ilusiones. Se trata de mostrar un poco de  todo en una recopilación de mis mejores  juegos. Es un espectáculo en el que  tocamos  muchas  emociones, tratamos de hacer la magia para  niños de forma que los adultos lo disfruten y magia  para  adultos  donde los niños  lo pasen bien.
Si veo un truco y un compañero me quiere contar cómo lo hace, prefiero que no lo haga.

En Éibar ofrece dos pases, uno en horario más infantil y otro más dirigido al público adulto. ¿Cambia eso en algo el show?

—El espectáculo es el mismo pero nunca salen dos iguales porque al cambiar el público mismo pero nunca salen dos iguales porque al cambiar el público la gente que sube al escenario es diferente, pero los efectos mágicos que se producen son los mismos.

—Háblame de este espectáculo. ¿En que consiste?
—Me dedico a grandes ilusiones, efectos de gran formato, y en este espectáculo hago una pequeña demostración de magia porque lo que intento es que sea muy variado. Voy a estar en el escenario junto a Elena, mi ayudante, los dos solos. Por eso intento que se vean cosas distintas para que el público esté entretenido y se divierta.

—¿ Se consigue hoy en día sorprender a la gente ?

—Realmente lo que menos importa es la trampa o el secreto en sí. Lo que es interesante es sentir emociones, y con la magia es muy fácil porque se realizan trucos que la gente no comprende cómo funcionan. Creo que todo el mundo que ve un efecto se sorprende, así que en ese sentido no creo que sea difícil. Y sorprender a gente de todas las edades, desde un niño de cuatro años a una persona de noventa.


La televisión es una gran plataforma y la conoce bien, pero ver magia en directo... 

El problema que tiene la televisión es que no te da tiempo, son piezas que duran entre cuatro y ocho minutos, va todo muy rápido. No tienes tiempo para calentar al público, dependes de un realizador que es el que cuenta qué es lo que se tiene que ver, hay un regidor que pide aplausos, hay una barrera de cámaras que hace una distancia muy grande con el público que lo está viendo en el plató... Todo eso lo hace diferente, por eso la magia que hacemos en televisión está pensada para ese medio y la magia en directo es otra distinta. A mí me gusta muchísimo más hacer magia en directo porque puedes trabajar al público o hacer una pausa. Puedes dar un tono más relajado que la televisión no te permite porque el espectador hace zapping, y requiere un lenguaje muy dinámico. Pero la magia a veces pide un pase lento, algo más poético, más suave, que se pueda disfrutar de otra forma.


—Ofrece magia en un festival de teatro con un espectáculo al que no le faltan muchos de sus elementos, guión, vestuario, iluminación...
—La magia es otro arte escénico, y diría que es de los más completos. Entra la expresión corporal, la psicología... fíjate que es un engaño porque los magos no tenemos poderes, lo que sí tenemos es la capacidad de poder crear cosas que son imposibles mediante unas técnicas que exigen mucho de expresión verbal y demás. También es importante que todo vaya vestido con la iluminación, con el vestuario, con los aparatos que sacas al escenario... y lo más importante es la persona que hace los efectos de magia, que tiene que ser alguien que ame su trabajo y que sea un apasionado de la magia. En algunas ocasiones he visto un actor haciendo magia... y es imposible, no llega al espectador, no tiene la capacidad de emocionar que puede tener un mago. Es imprescindible sentir lo que haces y el mago se cree que es mago y por eso consigue hacerlo de una forma que pueda emocionar al espectador.

—Y también está el papel de ayudantes de mago. Si ellas hablaran...


—Sí, para mí son muy importantes porque yo hablo de un equipo. Yo solo no haría nada y necesito a mis ayudantes y también al público. Es un compendio de cosas que al ir todo en la misma dirección hace que lleguen a funcionar las ilusiones. Si yo tengo que separar una persona por la mitad, tiene que saber cómo funciona, ser artista y comunicar al espectador. Y con el técnico pasa lo mismo. Con mi hermana Elena y con Manu Seglar llevo mucho tiempo trabajando con la iluminación, los filtros de sonido, las músicas, los micrófonos... Es un equipo y tenemos que funcionar todos a una para conseguir el efecto que queremos.


—Antes reconocía que la magia es un engaño permitido, pero ¿cuál es la actitud con la que le gusta que acuda el espectador?

—A mi me gusta que el público se deje engañar y se deje ilusionar. Al principio es normal que vayan diciendo «esto lo va a hacer así, esto es así...» y cuando se le rompen los esquemas es cuando dice «guau, no sé cómo lo hace», se entrega y es cuando realmente disfruta. Conocer los trucos de magia no tiene mucho sentido, es como ir a ver una película y saber el final. No saber el efecto es bello y te permite disfrutar. Incluso a mí me pasa, cuando veo un truco de magia y algún compañero me quiere contar cómo lo hace prefiero que no lo haga. Lo he disfrutado, lo he vivido, he sentido que lo que has hecho es mágico y tienes poderes, así que déjame con este gozo, no me expliques cómo lo haces.


 —Yunke acude por primera vez al Teatro Coliseo de Eibar, ¿qué se va a encontrar el espectador? 
—Le diría que no se va a arrepentir de haber venido, y si no vienen se lo van a contar y se van a arrepentir. La gente va a disfrutar, se va a ilusionar y va a volver a ser un niño porque va a creer en cosas que son imposibles, algo que no puede encontrar en ningún otro espectáculo.                                                                                                                Entrevistado por Felix Morquecho del Diario Vasco 




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