sábado, 18 de mayo de 2024

Volver a empezar, siempre hay que levantarse y seguír.


Tenía este posts a media desde que comenzó la pandemia y he decidido retomarlo después de 4 años.

Me pilló la pandemia el año que me iba a jubilar y aunque me libré por edad de estar en el frente, todavia trabajé dos meses octubre y noviembre en pandemia y en diciembre me jubilé. 

No era la despedida que quería para la fecha de jubilarme por que fue muy triste ver a los ancianos de mi residencia encerrados en sus habitaciones, nosotras trabajando con mascarillas pantallas y plásticos. 



Con mis compañeras.
         

No pude hacer la despedida con mis compañeras porque, no nos podíamos reunir en ningún restaurante y me despedí de ellas en el trabajo.
 

Cambié de look, me corté el pelo y me dejé mi pelo natural con canas. Estaba cómoda con el pelo corto. Y hasta hoy no me lo he vuelto a a dejar largo ni a teñir. 

Regalo de jubilación.

¿Volví a empezar la nueva vida de jubilada, la dejé aparcada por la pandemia? ¡No lo se! Desde hace más de un año los días son iguales. Cuando me despierto no tengo ganas de levantare de la cama y no planifico mi día. Vivo en una rutina perezosa y vacía. La pandemia nos ha cambiado la vida a casi todos. Muchas personas lo han podido superar y otros como yo no,  estoy anclada en una superficie plana. El tener que entras en las tiendas con mascarilla me echa para atrás y no voy ni a la compra del pan. Solo salgo al aire libre y donde hay poca gente. Intento evitar el contacto con la gente y si me encuentro con alguien conocido les hablo con la distancia y evito una apretón de manos o un abrazo. No me concentro en la lectura, la escritura, ni me relaja mi afición de la pintura y las manualidades. 

Siento tanta tristeza con toda esta situación que no se si esto va para largo. 

Hago propósito de ir mejorando pero no puedo. Quiero volver a la normalidad y no lo supero. En agosto apenas paseabamos por la orilla de la playa, tampoco  acompañaba la situación de pasear con la mascarilla al aire libre. Ahora en setiembre está haciendo mejor tiempo hay menos gente en la playa. No me muevo de la silla. Ni me apetece bañarme, en total sigo apática y esto no puede ser.

Esto me pasaba cuando me jubilé en plena pandemia. Y la verdad es que me costó lo mio superarlo. 

Al paso del tiempo retomé la vida de otra manera y cuando se abrió la veda de hacer viajes. Empezamos a viajar como si fuera a acabarse el mundo por si acaso disfrutar de la jubilación y el tiempo libre.

Hicimos en este año muchos viajes y entre cruceros y excursiones como: El crucero que habiamos contratado con la compañia Pulmantour que la pandemia se la llevo. En dinero que habiamos adelantado lo recuperó la agencia y nos lo devolvía. Cuando contratamos ese viaje en confianza le dije a mi primo( dueño de la agencia) que lo guardara para cuando podrámos viajar de nuevo.

Después de dos años pudimos hacer el Crucero Costa Pacífica y en junio allá nos fuimos a las Islas Griegas.

En Costa Pacífica.
En Mikonos.














De este crucero vine contagiada de Covid. Menos mal que sólo me afectó a la nariz y no pasó a mis bronquios dañados. No pude salir en más de un mes de casa y me perdí las fiestas patronales de San Juanes.

De nuevo pasamos el verano en Euskadi, ibamos a nuestra playa favorita y en setiembre mi marido iba a ir a hacer el camino de Santiago con un amigo y se fustró porque su amigo se cayó un día antes de comenzar y se rompió dos costillas. Los médicos le aconsejaron que no saldrian a caminar porque el peso de la mochila y las caminatas serian perjudiciales. 

Como eso no pudo ser mi marido me dijo para ir a Olivenza. Alquile una casita y estuve casi dos meses. Participé en los eventos que habia en mi pueblo. Hice viajes y disfruté con mis amigos oliventinos. Hice caminatas por la comarca de Olivenza. 

Caminata a San Jorge de Alor. 

Fotos de Olivenza 


Caminata San Rafael de Olivenza.

Olivenza y casa de alquiler.


 
                                   



Fiesta del Fucsia.
      

    











 
El Guadiana al paso de  Villarreal 
























Con amigos fui a la Feria de San Mateo de Elvas. Con los jubilados de Olivenza fui a la Feria Internacional Ganadera de Zafra.

Feria de San Mateo.
Feria Internacional de Zafra.
















Fui en el puente del Pilar a Galicia con la agencia de mis primos Viajes Pestana Tour, atravesando por Portugal.

Vigo y San Senxo.

A Coruña.
Al volver de Galicia paramos la mañana hasta comer en Aveiro, Portugal. Estuve tambien en una excursión de un día en Lisboa, tres horas de autobus.

Visita a Aveiro Portugal. 
Excursión a Lisboa

Al dia siguiente de ir a Lisboa, regresé a Eibar y al poco tiempo tenía una excursión de un día con pagatxa a la Rioja.        
La guardia

Poblado de la Hoya
                    

A los pocos días hicimos el viaje de la Asociación de Artistas a Asturias y pernotamos dos noches en Gijón.

           

En Noviembre viajamos a Egipto una semana, con la agencia Pestanatour.

                   

Volvimos muy cansados, este viaje fue muy intenso. Ya metidos en el mes de diciembre decidimos estar tranquilos.

Las navidades las pasamos en casa con muestros hijos y el fin de año y año nuevo lo pasamos en Laredo.



Este año nos dequitamos del parón de la pandemia y la vida sigue.

¡¡Espero que os guste!!

viernes, 10 de mayo de 2024

Poesía: Olivenza, mi esencia recitada a viva voz

Compañeros hoy es el día de la poesía y os quiero mostrar este vídeo de una poesía escrita por mi. 

"Olivenza, mi esencia" recitada por Nani Antunez



Gracias Nani

Olivenza, mi esencia
Código 0910234740545

Salí de mi casa a tu encuentro 

Té vi a lo lejos, la torre me guió 

Se erguía esbelta sobre el manto blanco de tus casas 

Paseé, miré, contemplé, palpé y acaricié 
Te recorrí toda y entre tus calles me perdí. 
El asfalto que pise, me guio y me empapé de ti.
Una ráfaga de aire, movió las palmeras de tu paseo, 
el suave polvo me trasladó nostálgica a mi infancia. 
Vi un anciano sentado en un banco con su gorra y su chambra, 
era mi abuelo, con el cigarro entre sus labios. 
Me vi sentada sobre sus débiles piernas 
Un soplo de aire trajo a mis oídos los cánticos del 
rosario, rezaba D. José Párroco de la Farrapa. 
Mis lágrimas afloraron a mis ojos y lloré emocionada. 
Bajé caminando por la calle de las Flores y entre las 
rejas de una casa, vi a mi madre planchando. 
Doble la esquina a la calle Jurmhena cuna de mi vida. 
Un soplo de brisa transformó el asfalto en tierra, 
me vi jugando en las lanchas de la acera al truqui 
cantando canciones de antaño. 
Vi las cilindras y las rosas de mi patio 
adornando los altares de Maya. 
Oí las ovaciones en la plaza de toros. ¡Olé! ¡Olé! 
Me vi de la mano de mi madre cuando íbamos a la 
plaza de abastos 
Sentí las caricias de esas manos desgastadas por el 
jabón y el agua cuando vi los lavaderos abandonados 

¡OH, Olivenza! tu recuerdo es mi esencia.




¡¡Espero que os  guste !!


domingo, 5 de mayo de 2024

¡MAMÁ! ¡CUANTO TE QUIERO! ¡Feliz dia de la madre un beso a tu estrella !

 Felicidades mamá en el día de la madre,  aunque para mi el dia de la madre era el dia 8 de diciembre y siempre en esas fechas tenías mi regalo. Pero el mejor regalo para mi es el amor que me diste y todo lo que me enseñastes sobre todo a dar amor, ser honesta y trabajadora. Siempre me decías cumple tus sueños, que son los míos.

Recordando el día que te llevé a Lourdes y pasamos el dia bajo el paraguas y de misa en misa para que pudieras descansar.
Qué bien disfrutabas en la playa y cuantos paseos dimos ese verano. 

Este año si  hubiese vivido mi madre hubiera cumplido 101 años. Pero ella no llegó a cumplirlos, ella murió con 79 años.
  Hoy es el 22º aniversario de la muerte de mi madre, cada año la recuerdo y le hago un homenaje. Fue esposa resignada, una buena madre y maravillosa abuela. Una  mujer que se hacia querer por por todas las personas que la conocían. Ella era: tranquila, paciente, dulce, cariñosa, simpática, conversadora y muy trabajadora. Ella no leía mucho, escribía poco, solo aprendió las cuatro reglas en su época en la escuela, tenia unas manos prodigiosas para la costura, fue una buena modista, siempre la recuerdo cosiendo. Su vida transcurrió entregada a su marido y sus hijas. Cuando cumplió 60 años nos dimos cuenta que se olvidaba las cosas, se perdía en la calle, no controlaba  el dinero y hacia  cosas raras. Le diagnosticaron Alzheimer esa dura enfermedad que nos lleva los recuerdos.


  Dejé de ser hija para convertirme en su madre. Cuidarla durante más de nueve años en su casa. Contaría muchas anécdotas de ella, seria interminables mis recuerdos. Un día entró en la residencia donde yo comencé a trabajar un año antes, en verano. Un año más tarde entramos las dos a la vez, yo a trabajar y ella como residente. Allí la cuidábamos entre todas mis compañeras, a mi me tocaba mucho cuidarla en mi grupo, la atendía como una más. Siempre que me tocaba arreglarla la dejaba para la última y así le dedicaba todo mi tiempo antes de irme a comer, me gustaba pasar  tiempo con ella.

  Aquel día nada presagiaba su muerte porque ella estaba bien. Solo su enfermedad era la que tenía postrada en la cama (ya no me conocía). Después de asear y arreglarla le dije, cuanto la quería y la comía a  besos, le hice mil cosquillas. Mientras la vestía su limpio camisón, le hablaba de su casa, le decía que la habíamos comprado para vivir nosotros en ella, le decía que un día cuando estaría terminada la iba a llevar a casa para que la viera. Pero el día de hoy hace ya 21 años, Dios la llevo a su vera.

  Esa tarde estaba yo en mis clases de pintura, me llamaron por teléfono. Mi madre había fallecido esa fue la noticia. Me quedé paralizada, me acordé del rato que estuve con ella, no le había notado nada anormal ese día, se estuvo riendo a carcajadas. Se  fue de repente y sin hacer ruido.

  Cada persona reaccionamos de una manera, unos lloran, otros se ponen nerviosos, otros sale corriendo. Yo me quedé paralizada, solo seguí pintando. Mi profesora me dijo:

  — ¡Carmen deja eso y vete!
 le dije 
  —tengo que terminar este fondo luego me voy.

  No lloré, no la vi muerta, no la vi en la caja, evité ese recuerdo. Solo tengo el recuerdo de aquellas risotadas quedaron en mi corazón ese día.


  Jarrón de frutas  pintado al óleo (130 x 90 cms.) 

  Este era el cuadro que pintaba ese día del fondo amarillo. Era un encargo que nunca entregué. Lo tengo puesto encima de un aparador del comedor que conservo de mi madre.


TE SENTÍAS PRINCESA

Mirábamos por la ventana
 ya había amanecido,
en el paisaje contemplamos
el divino colorido.
La lluvia había cesado,
  el sol había salido
los colores irisados por la
 ventana reflejaban entretenidos

Yo te daba un masaje
en tus pies doloridos
tu te sentías princesa
en un sillón muy mullido
Hoy, me siento princesa
¡Hija mía! Que a gusto me encuentro
¡Hija mía! ¡Qué bonito!

Que bonito está hoy el día,
que cielo más glorioso
que maravilloso paisaje
¡Qué reflejos tan bonitos!
Mirabas al arco iris,
con colores  presumido

Quizás sea un mensaje
que envía tu ser querido
para que te sientas princesa
en este día tan colorido
ahogues así tus penas
y tus miedos infinitos
para que no te sientas sola 
  en este día tan magnifico.
Código 1701310486209

  Esta poesía se la hice  cuando estaba ya ingresada en la residencia.






















  


  Foto y poesía del recordatorio escrita por mi la podéis leer en poesías Tu último atardecer.


           Ramillete de flores  pintado al óleo por Mamen Píriz


derechos  registrados Código 1701310486209