viernes, 23 de septiembre de 2016

LEKEITIO pueblo costero con encanto



Ayer estuvimos visitando otro lugar que me encanta, esta vez de la costa de Bizkaia, Lekeitio pueblo costero donde todo sabe a mar. Pasamos el día paseando disfrutando del paisaje y de su gastronomía. Así que paso a mostraros fotos del lugar y si puedo alguna información histórica.

Ayer en Lekeitio  al fondo la Basílica de la ASunción y el puerto 
En un extremo del Golfo de Vizcaya, Lekeitio conjuga importantes joyas góticas, con un caserío marinero y amplias playas.

Desembocadura del río Lea
Desembocadura del río Lea y comienzo de la playa de Karraspio

En la desembocadura del río Lea se sitúa Lekeitio. Dos preciosas playas miran a la isla de San Nicolás, a la cual se puede acceder a pie durante la bajamar. A orillas del Cantábrico se sitúa el caserío popular de fuerte sabor marinero, que nos habla de su origen pesquero. Al lado de esta arquitectura tradicional vasca surgen joyas del gótico como la Basílica de la Asunción de Santa María de Lekeitio. Sus arbotantes y contrafuertes custodian en su interior un bello retablo de factura flamenca. Las tablas representan la vida de María y la Pasión de Cristo. Alrededor del templo se emplazan elegantes casonas de la antigua aristocracia vasca.

Foto sacada desde el paseo 
El casco urbano de Lequeitio conserva aún la traza medieval. Se han encontrado restos de las viejas murallas en varios puntos de la villa que determinan con exactitud el perímetro original. Entre sus edificios destacan los siguientes:

Alguna información es de: https://es.wikipedia.org/wiki/Lequeitio

Basílica de la Asunción  de Nuestra Señora
Retablo Gótico
                                    
Basílica de la Asunción de Nuestra Señora data del siglo XV y es una relevante construcción gótica tardía declarada Monumento Nacional. Destaca su exterior, y en especial la fachada occidental, y su magnífico retablo gótico flamenco del siglo XVI, considerado de los mejores de Vizcaya; así como una talla mariana Antiguako Ama (en euskara) del siglo XII en su propio retablo barroco.

Ayuntamiento
Ayuntamiento, del siglo XVIII es un típico edificio barroco destinado a sede del concejo.


Plaza  y edificios  que  rodean la plaza 
Estuvimos paseando por la plaza y buscamos restaurante para comer, elegimos el de la esquina al lado del ayuntamiento, mientras esperamos mesa sacando fotos desde aquí al puerto.               

                                           
En este restaurante  comimos un menú  del día rico y barato

Entre los distintos cuatro platos de primero y de segundo, cuatro de postres que nos ofrecía el menú tomamos:  Sopa de pescado de primero, rape y  jibia de segundo y de postre, flan y tarta de queso con pan vino y agua  y  café nos costó 20€ para los dos. En la calle  mirando el paisaje se puede pedir más. 

Comiendo  teníamos las vistas  de la playa de  Isuntza
                                       
  • Palacio Uriarte, del siglo XVII es un palacio barroco construido rodeando una torre anterior. Es Monumento Nacional


Palacio Uriarte del  siglo XVII
  • Torre Turpin, del siglo XVI realizada en estilo de transición del gótico al renacentista.

Torre  turpin siglo XVI
El edificio data de comienzos del siglo XVI. Fue elaborado con piedra labrada siguiendo el estilo arquitectónico imperante, el renacentista. Aunque en origen fue concebida para desempeñar funciones defensivas, la Torre Turpin perdió tal uso para ser convertida en un edificio residencial. Con esta función ha llegado hasta la actualidad, siendo uno de los edificios más antiguos y mejor conservados de la localidad de Lekeitio. Y otros como: 


  • Palacio Uribarria, del siglo XVIII. 
  • Muralla corta fuegos del siglo XV destinada a proteger a la villa de los numerosos incendios que sufría. 


Museo Naval
  • Playa de Ondarzábal: barco pesquero de mediados del siglo XX, que en la actualidad ha sido remodelado y convertido en museo.
Embarcadero y puerto de Lekeitio

La economía de la villa de Lequeitio siempre ha estado ligada al mar. La pesca ha sido su base y motor. En algún tiempo el transporte marítimo también fue una relevante entrada de ingresos. Alrededor de la pesca y el mar se han surgido un buen número de industrias auxiliares y conserveras.

El sector primario la pesca ha venido siendo la base económica del municipio. La escasa extensión det término municipal impiden otras actividades de este sector, aunque hay algún caserío que practica una agricultura de autoconsumo.

El sector secundario ligado a las actividades marinas mantiene dos industrias conserveras y algunas de reparación de barcos.

El sector servicios con base en el turismo y en la hostelería es el sector con más auge y el que está llamado a ser el nuevo motor económico. En cuanto a los servicios a los ciudadanos se cubren en lo básico en la misma población teniendo que acudir a las poblaciones más importantes de los alrededores, como Durango o Guernica e incluso a la capital para solventar algunas necesidades.

Foto sacada  en un día  de  temporal

La presencia humana en el territorio de la villa de Lequeitio se remonta a la prehistoria y está documentada por los restos hallados en el yacimiento de la cueva de Lumentza. Estos restos abarcan un período que va desde el Paleolítico Superior hasta la romanización, algunos indicios indican que la cueva pudo estar habitada en el período Auriñaciense. Este yacimiento fue estudiado por Telesforo de Aranzadi y José Miguel de Barandiarán durante los años 30 del siglo XX. También hay hallazgos, menos interesantes, en el yacimiento de Santa Catalina donde debió asentarse una comunidad recolectora de mariscos.

Hay indicios de asentamiento de época romana datada entre finales del siglo I y principios del Siglo V.

Parte del Casco antiguo  con sus casa y sus calles  estrechas

En 1325  Maria Diaz de Haro, señora de  Vizcaya, fundó la villa de Lequeitio y le otorgó su carta puebla dotándola de los fueros correspondientes y de unos límites concretos. La no aceptación de los límites otorgados por la Señora de Vizcaya por los vecinos de las anteiglesias que rodeaban la villa, pertenecientes a la llamada Tierra llana de Vizcaya, dio lugar a muchos conflictos.

En 1334, el rey Alfonso XI confirmó la carta puebla y el fuero otorgado a la villa y ordenó levantar las murallas. El fuero otorgado a la villa de Lequeitio le permitía, entre otras cosas, la elección de su órgano de gobierno, el Concejo, con sus correspondientes regidores y alcalde.

Una particularidad del fuero de Lequeitio era que la villa era copropietaria de los bienes de la iglesia de Santa María al tener otorgado su patronato. Esto le permitía administrar sus rentas y designar a los clérigos. Desarrollaron las ordenanzas municipales que están consideradas como las más antiguas del Territorio Histórico vizcaíno. Estas ordenanzas regulaban la convivencia entre los vecinos de Lequeitio. También establecían derechos y privilegios referidos a la navegación y a la pesca. Esto dio lugar al desarrollo del transporte marítimo y, a su sombra, la realización de actos de piratería con participación de la patente de corso.
Otra foto del puerto y al fondo la Basilica y casas tipicas 
La pesca fue una actividad fundamental en el villa desde su creación. La organización de la actividad pesquera estaba regulada por las ordenanzas de mareantes y controlada por la Cofradía de pescadores de San Pedro. Tan importante era esta que tenía el derecho de elegir un alcalde que ejercía junto a un elegido por el resto de la población de la villa.

El desarrollo de las actividades marítimas favoreció el establecimiento de toda una industria dedicada a la construcción y reparación naval, cuyos últimos restos se pueden apreciar aún a comienzos del siglo XXI.
Otra zona de Lekeitio
Para el año 1381 ya existía un puerto que, entonces, estaba situado en la zona de la ría del Lea. En el siglo XV se construyó el actual puerto, que sería, posteriormente reformado con la construcción de nuevos muelles y un malecón, destinado a evitar la entrada de arena. Hasta finales del siglo XIX o principios del siglo XX no se resolvería la problemática portuaria.
Isla de San Nicolás o Garraitz

La isla de Garraitz (Garraitz Uhartea, Isla de San Nicolás) es una isla vasca que se encuentra justo en frente del puerto de la villa de Lekeitio y tiene 6'5 hectáreas. Está parcialmente unida a tierra firme por un dique construido para evitar que los sedimentos de la ría entren en el puerto, pero sólo emerge en bajamar; también se puede abordar por la playa cuando la marea está muy baja, por lo que sólo durante estos períodos se puede acceder a la isla, que se convierte entonces en un tómbolo. Ésta es abrupta, cubierta de matorral con algunos pinos que le dan su característica apariencia y carente de cualquier construcción, aunque en el pasado debió de existir alguna pequeña ermita, como atestigua la toponimia.

Desde el espigón  vista de una villa  modernista
La pesca ha sido la base economía del municipio. A partir del año 1500 hasta el 1900 Lequeitio ha sido el segundo puerto en importancia de la provincia hasta su desplazamiento por el vecino de Ondarroa. Entre las especies trabajadas destaca por su importancia la caza de la ballena, que se dio durante la Edad Media y Moderna. Tan importante fue este recurso que figura en el escudo de armas de la villa.

A finales del siglo XX la escasez de capturas y los problemas con los caladeros hacen que la actividad pesquera entre en crisis. La crisis pesquera influye en los demás sectores relacionados y que le dan servicio. Sustituyendo a la pesca se desarrolla una importante actividad turística que explota el encanto y el glamour que le dio a la villa el hecho de que fuera elegida por relevantes personaje de la realeza para pasar sus vacaciones.
                            
Aldaba  o llamador de una casa

Entre los pueblos pesqueros del territorio de Bizkaia, uno de los más bellos y tradicionales es el de Lekeitio. Integrado en un hermoso entorno natural, el río Lea desemboca en localidad, entre las playas de Isuntza y Karraspio. Frente al municipio descubriremos la peculiar isla de San Nicolás, o Garraitz Uhartea, a la que se puede acceder a pie cuando la marea está baja.


Fiestas Dia de los  Gansos


Generalmente se celebra el día 5 de septiembre. A mediodía se sortean los puestos de participación entre todos aquellos que se hayan inscrito. Luego, hasta mitad de tarde, Lekeitio se llena de gente que celebra la llegada de uno de os momentos más esperados del año.
El coge al ganso de su cuello y lo tiene que arrancar  quedándose  suspendido en el aire

La tradición de correr animales se encuentra muy arraigada en España. Ya sea a pie o a caballo, numerosas localidades celebran actos en los que los participantes tratan de ganar la pieza corrida. La particularidad de Lekeitio reside en que la montura es una barca y el animal se corre sobre el agua. Esta festividad —que se encuentra documentada desde hace más de tres siglos— estaba solo reservada para marineros y en caso de empate se solía organizar una regata para dirimir la victoria. Hoy en día cualquiera que lo desee puede participar en la corrida.

Existe documentación del siglo XVII que atestigua la celebración del Día del  ganso en Lekeitio justificando el gasto derivado de la compra de varias aves para tal fin. Otras fuentes del siglo XVIII ya detallan el número de chalupas participantes, hecho que asegura ya su realización sobre las aguas del puerto.
Ambiente de los arrantzales en el puerto

Poco antes de la hora señalada, comienzan los preparativos de la fiesta mientras el puerto comienza a inundarse de espectadores. Los muelles se abarrotan de gente deseosa de presenciar el espectáculo y en aguas del puerto no cabe ni una embarcación más. La ría es atravesada por una maroma que permanece atada fija en un extremo. En el muelle contrario ésta pasa a través del ojo de un poste de hierro y su extremo es agarrado por varios tiradores.

En el centro de la maroma cuelga un ganso, atado de las patas. Hasta 1986, los animales estaban sedados pero vivos, desde entonces son sacrificados horas antes. Los participantes navegan hasta situarse bajo el ganso, entonces dejan la barca para quedar colgados del cuello de éste. Los tiradores aflojan la cuerda para sumergir en el agua al participante y posteriormente tiran fuerte de ella para que éste emerja con energía aferrado todavía al cuello del animal.

El juego consiste en aguantar sin caer al agua, pero no logra la victoria quién más sacudidas soporta si no quién se lleva consigo la cabeza del ganso. El trofeo es el resto del animal.

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