sábado, 22 de octubre de 2016

MICRO RELATO : EL ATARDECER DE LA VIDA

Ancianos de la residencia donde  trabajo

Poco antes de que los domingos fueran amargos, juntos con amigos íbamos de paseo, a la playa, al monte. Ahora ya no estamos juntos. Mis domingos los paso junto a personas que me necesitan más. Ellos esperan mis atenciones. Ellos están en el atardecer de la vida, requieren de mis cuidados. 

— No te importe amor, hay otros días de la semana para pasarlo contigo. 

Consigo con mi compañía  que los domingos no sean amargos para ellos. Solo con mirarles la cara y ver su alegría al verme, lo compensa  todo. 






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