miércoles, 22 de enero de 2020

Microrrelato " El banco "

Un banco solitario en la nieve

Hoy ha nevado en Eibar. Hemos subido a Arrate, está a una altitud de 531 metros, allí la nieve ha cuajado más que en la ciudad. En la campa donde paseamos muchos días en el verano, hay más de medio metro de nieve. Algunos niños juegan con sus esquís y con plásticos, se deslizan por las cuestas de bajada. La nieve reposa en las ramas de las hayas, desnudas de hojas. Debajo de ellas, el banco solitario medio cubierto de nieve. Ahora está frío como el témpano, no invita a sentarse en él.

En verano, le da el sol y la sombra de los árboles. Desde allí, el paisaje del entorno se contempla precioso. Recuerdo la primera vez que me senté en el banco. Acababa de subir por el camino de Azitain nada más llegar, el descanso se hacía necesario. No sé por qué este banco es mi favorito, quizás, es porque tiene un lugar privilegiado, al ser el primero que hay al dejar la última subida, o por las vistas.
De frente, el monte Karakate, por un lado, la campa en toda su extensión. Por el otro lado, la subida a la cruz. Detrás, el Santuario de la Virgen de Arrate, que nos guarda y protege a todos los eibarreses. Mi memoria ya no alcanza tantas veces como he visitado el lugar. Cuantos recuerdos tengo al mirar el banco, hoy tan solitario y frío, desde él, hoy el paisaje nevado es majestuoso. Me he sentado a lo largo de mi vida en el viejo banco, más de mil veces.
Cuántas historias podría contar, si pudiera hablar. Cuántas promesas de amor y cuántos besos nos dimos de novios sentados en el banco. Al pasar el tiempo, cuántas veces mis hijos han jugado en él. Todavía los veo tan pequeños jugando, con sus cochecitos, sus juguetes llenos de hojas y flores, mientras yo leía un libro.
Miro otra vez el banco, al estar cubierto de nieve, casi no me doy cuenta que lo han cambiado, es uno nuevo. Y seguirá ahí hasta que lo cambien de nuevo, guardando muchas más historias que no estarán escritas.


354 palabras 

Código de registro: 1801175422401

6 comentarios:

  1. Los bancos no solo son un objeto para el descanso, sino también el objeto de muchos recuerdos. Un parque sin bancos no sería lo mismo.
    Un abrazo.

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  2. Los bancos son un lugar de descanso para los que visitan los parques y en los pueblos son muy recurrentes para los mayores y los niños. Cuando pasamos por ciertos lugares nos afloran los recuerdos. Un abrazo.

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  3. Me parece un buen microrrelato, especialmente por la forma descriptiva de narrarlo, que lo hace más visual al lector y su mensaje un tanto poético.
    Narrado en primera persona, nos habla de una cómplice relación entre su protagonista y un sencillo banco de madera. Sin embargo, es tal la atracción que le profesa, que no se ha apercibido de que no es el mismo banco, sino otro nuevo.
    Un abrazo.

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  4. Este banco está en un lugar privilegiado y claro al estar en el monte se deteriora y lcaro lo habían cambiado. Un abrazo.

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  5. Holaaaa!!! por cierto los bancos de las plazas guardan tantas historias, son un alto en el camino,quien no se ha tomado un descanso en uno de ellos, viendo pasar la vida.Por cierto en mi ciudad La Plata, Buenos Aires.... tenemos una tienda llamada Eibar, sus dueños son vascos....Abrazososososos, desde el fin del mundooooo

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    1. Si pasas por allí pregúntales sin son eibarreses. Este banco es uno que está en un monte de Eibar que se llama Arrate y allí hay una ermita que esta la Virgen de Arrate. Un abrazo

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