domingo, 6 de mayo de 2018

Interior de la Iglesia de Sta. Mª del Castillo de Olivenza



Interior: La visión general de la traza interior de este templo muestra factura de un renacimiento tardío y presenta las características de las denominadas “iglesias-salón” por disponer sus tres naves a la misma altura. Contrastan con la sencillez tardo-renacentista de su traza general los añadidos posteriores de azulejería y retablos.
Imagen obtenida de internet.
En cuanto a los azulejos, existen paneles del XVII, donde predomina el tipo “maçaroca”, en las naves laterales. En el altar mayor puede observarse azulejería historiada (S. XVIII) reproduciendo motivos de Josué: la toma de Jericó y la Defensa de Gabaón.
        
















La retablística ofrece en este templo ejemplos magníficos, entre los que cabe destacar el barroco de talla dorada (1723) característico del reinado de D. João V y el espectacular Árbol de Jessé, el mayor que se conserva de los que aún quedan. Se trata del más sorprendente retablo de Olivenza. En madera tallada y policromada se representa el árbol genealógico de María y Jesús con una altura de 10,29m, motivo inspirado en la profecía de Isaías: “brotará un retoño del tronco de Jessé”, conocido en la Historia del Arte desde el siglo XII, abandonado en Europa como consecuencia de la Reforma y retomado en la península ibérica con más fuerza durante la contrarreforma. Bajo sus raíces descansa Jessé, el padre de David. De él, parte un tronco robusto con seis ramas sobre las que aparecen las figuras, en este caso no identificadas, de doce reyes de la casa de Judá. El árbol se remata con una mandorla que encierra la imagen de María y el Niño. Si la fecha y firma que aparecen en su base, “Reno 1774″, corresponden a su ejecución, se trataría de uno de los ejemplares tardíos, pues las fechas de florecimiento de este tipo de retablo corresponden a finales del XVI y principios del XVII.


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