viernes, 6 de julio de 2018

Crucero del Báltico: Visita al Museo Vasa en Estocolmo

Cuando fuimos a visitar este museo no sabía lo que iba a ver, mi ignorancia fue porque no me preparé esta visita anteriormente. La sorpresa la llevé yo, porque no sabía que se trataba de un navío de hace tres siglos.

La historia que esconde el Museo Vasa


Hace más de tres siglos en el reino de Suecia. Reinaba la dinastía de los Vasa. Su rey se llamaba Gustavo Adolfo II. El rey estaba en guerra con Polonia. Una guerra larga y fatigosa. Pero el rey tuvo una idea: construiría el galeón más grande que jamás se hubiera construido. Sería la joya más brillante de la flota sueca. Y, también, sería determinante en la guerra. Todo era perfecto. El barco representaría la grandeza de su reinado, el esplendor de su linaje, la consecución de una visión. Sería el buque de guerra más poderoso y fastuoso de su época.


 Aunque no os lo podáis creer. Algo salió mal.

El hundimiento

Era domingo del 10 de agosto de 1628, el gran buque de guerra zarpó desde el puerto de Estocolmo. Cuando el buque se deslizaba lentamente hacia la bocana del puerto para conmemorar tan solemne ocasión, se dispararon salvas de honor desde sus cañones. 

Al rato el viento empezó a soplar con fuerza. Una primera ráfaga de viento hizo tambalearse el barco. Lo desestabilizó. El Vasa se escoró, pero logró corregir su rumbo La tripulación esbozó una mueca de preocupación. Pasados unos minutos vino una segunda ráfaga golpeó el costado del barco. El agua comenzó a entrar. Cundió el pánico. Los marinos enmudecieron. El galeón comenzó a hundirse. Al menos 30 miembros de un total de 200 que componían la tripulación se ahogaron. Y el brillo del diamante de la marina sueca se oscureció. El mar se lo tragó. 




¿Por qué se hundió?


Hoy en día pueden calcular a la perfección cómo diseñar un barco para que sea apto para la navegación. Vasa se modificaron una vez comenzado el trabajo.
El rey Gustavo Adolfo quería más cañones de lo habitual a bordo, lo que significaba que las dimensiones del barco ya no eran las adecuadas y los constructores no sabían qué hacer. Así que se construyó con una superestructura muy alta, con dos cubiertas para cañones. El fondo del buque se llenó con piedras a modo de lastre para mantener la estabilidad en el agua. Sin embargo, el Vasa era demasiado pesado en la parte superior, y sus 120 toneladas de lastre no fueron suficientes. Esa es la razón técnica que hundió al Vasa.
El rescate

El Vasa durmió en las aguas del Mar Báltico durante muchos años, 333 años exactamente. Cualquiera pensaría que en más de tres siglos, el galeón se habría, prácticamente, desintegrado. Pero no. Y aquí comienza, quizás, lo más fascinante de esta historia. El Vasa estaba en perfecto estado de conservación. El tiempo se había detenido. El agua parecía no haberlo tocado. Lo había respetado como si de un pequeño dios se tratara.



¿Quién descubrió el barco?


Fue Anders Franzén un arqueólogo e historiador sueco. Franzén, estaba obsesionado con el Vasa. Dedico varios años en la década de los 50 a conseguir su objetivoAl final, después de varios veranos intentándolo, descubrió el lugar exacto de su hundimiento. Lo descubrió en 1956 en la bahía de Estocolmo (Hay que tener en cuenta que el Vasa apenas navegó unas millas antes de hundirse en las aguas del Báltico ante la estupefacción general del pueblo, la alta sociedad y la realeza de Estocolmo).


       

¿Por qué se conservó bien el barco?

El Vasa se conservó tan bien debido a la baja salinidad del Mar Báltico y por la práctica ausencia (o escasa presencia) de un molusco muy característico. (El Tedero Navalis) un molusco que tiene la obstinada costumbre de comerse la madera.



¿qué pasó después de reflotarlo?

El Vasa fue reflotado el 24 de abril de 1961 después de varios años de preparación.  Tardaron más de seis años en sacarlo a la superficie. Entonces se planteó el problema de su conservación. No se pueden dejar sin tratar restos de madera que han permanecido sumergidos en agua durante tanto tiempo. A la larga, la madera se cuartearía y acabaría fragmentándose.

Al principio se roció el Vasa con agua mientras los expertos dilucidaban la mejor manera de conservarlo. Se eligió como conservante el polietileno glicol, un producto ceroso soluble en agua que penetra lentamente en la madera y reemplaza al agua. Se roció con esta solución durante veinte años.



Las esculturas

Junto con el Vasa se recuperaron cerca de 14.000 objetos de madera perdidos, incluidas 700 esculturas, que se conservaron individualmente y luego se volvieron a reunir en su ubicación original en el buque. La tarea fue como resolver un rompecabezas.
Los navíos de guerra del siglo XVII no eran sólo máquinas de guerra, sino también palacios flotantes. Las esculturas recuperadas contenían restos de dorados y pinturas. Los análisis modernos demuestran que estaban pintadas con colores llamativos sobre un fondo rojo. Las esculturas representaban leones, héroes bíblicos, emperadores romanos, criaturas marinas y deidades griegas, entre otras muchas escenas. Su propósito era el de ensalzar la monarquía sueca y representar su poder, su cultura y sus ambiciones políticas.



La construcción del museo

Se construyó un museo específico que resguardara el barco. Se hizo exclusivamente para albergar al Vasa. Sus medidas y arquitectura tienen, como único fin, hacer sentir al visitante la sensación única de contemplar un galeón de guerra del siglo XVII a tamaño real. Nada de maquetas. Nada de reproducciones. Un museo hecho a medida de un barco.
El museo se encuentra en la isla de Djurgarden. Las vistas desde el museo a la bahía de Estocolmo son fabulosas.
El Vasa se puede observar y apreciar desde diferentes alturas. Desde cada planta del museo, aprecias una perspectiva nueva del barco. Este es otro de los grandes atractivos del museo.
Maqueta del barco 

Curiosidades:
  • El museo Vasa es el museo más visitado de toda Escandinavia (lo visitan más de un millón de personas cada año).
  • El Vasa se hundió sin alcanzar mar abierto y sin colisionar con nada.
  • El Vasa estaba decorado con más de 700 esculturas talladas. Las esculturas constituyen un tesoro artístico de un valor incalculable.
  • En el museo Vasa están expuestos más de 4.000 objetos que pertenecieron al barco.
  • El Vasa es el único galeón del siglo XVII que se conserva (y se conserva el 98% de su estructura original).
  • La isla de Djurgarden (donde se encuentra el museo Vasa) era la antigua reserva de caza real.
  • El museo Vasa fue inaugurado en 1990. Pasaron más de 30 años desde que se reflotó hasta que se pudo exponer al público.


Decoraciones de parte de las salas del museo


 Información del Museo Vasa y Javier Castaño del blog el hombre que viaja  

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