Castillo de Chambord en el Valle del Loira 2ª parte

El castillo majestuoso y bonito está habitado en algunas de las habitaciones al público. Nosotros sólo vimos parte de las habitaciones del castillo habilitadas para mostrarlas, donde vivían los reyes.

Sala del Castillo que nos lleva  a las  habitaciones  

La visita se hace por plantas, entrando por la planta baja y subiendo a las demás.

Como ya dijimos, el castillo de Chambord es la parada obligada para todos los que aman los monumentos colosales. Un castillo renacentista impactante, con una envergadura de 400 habitaciones, además de alrededor de 800 capiteles hermosamente esculpidos y casi 300 chimeneas. Aunque su construcción es clara del Renacimiento Francés, cuenta con una inspiración también bastante clara de la arquitectura clásica italiana, destacada por sus líneas horizontales.

Salón del trono de Francisco I 

A lo largo de la visita veremos, como en otros castillos, diversos aposentos entre los que destaca sobre todo el utilizado por Luis XIV (el Rey Sol), recubierto por todos lados de oro y como dentro de una especie de escenario.

Aposentos del Rey 

Durante la estadía del mencionado Rey, se construyó una nueva recámara que sería su aposento. Uno de los eventos más reconocidos en la historia del arte dentro del castillo, fue la primera representación de El Burgués Gentilhombre de Molière, precisamente para el Rey Louis XIV.

Habitación y aposentos de la  reyna

Hay otros aposentos menos ostentosos, pero igualmente bonitos y espectaculares.

Fue construido durante 30 años tanto por el Rey Francisco I como por su hijo Enrique II, solo para ser olvidado y dejado al abandono hasta que Gastón d’Orleans lo restaurara entre 1570 y 1643.

A partir de allí, el castillo comenzó a recibir constante atención y creció en popularidad, siendo regalo para múltiples otros personajes. Sin embargo, hay una cualidad en específico en la creación de este castillo que le da un toque de particular importancia artística.

Hay otras habitaciones también majestuosas, como los salones de recepción que posee el castillo.

En este castillo se utilizaron mucho los tapices para decorar las paredes, os invito a mirarlos de cerca. En algunos como éste os podéis reír con los animales que representan (buitre fastidiando a perro, lince drogado con speed, aguilucho molestando a gallina y mono ladrón).

Tapices 

En la planta inferior encontramos una sala llamada Museo de Fábrica, donde se exponen torres, bóvedas y contrafuertes de iglesias. Es curioso ver estos elementos arquitectónicos tan de cerca. 

Justo al lado se encuentra la sala de carruajes, donde se exponen carruajes de caballo que no se utilizaron jamás.

Para acceder a las torres laterales hay que hacerlo por galerías. No me gustaría estar en la galería de los ciervos durante un terremoto…

La estructura, fortificada con una construcción de torretas y torreón, fue construida para el rey Francisco I, quien lo usaría de pabellón de caza y nunca de residencia. Luego de eso, fue habitado por numerosos personajes históricos, siendo el más destacado Louis XIV.

La cocina 

Hay otras habitaciones que denotan una vida menos noble y más cotidiana, como lo es la cocina y algunos cuartos dedicados a la servidumbre del castillo.

En una de las torres hay una capilla que Francisco I no llegó a ver terminada. Recién fue su sucesor, Luis XIV, quien dio la orden para que se la terminara.

Información de turismo y  Wikipedia

Seguimos viaje y el almuerzo lo teníamos reservado en el Restaurant Le Rhinocéros. 

Menú: Quiche Lorraine, Bourguignon de ternera y pasta, Pastel de manzana. agua en jarra.

¡¡Y hasta aquí parte del interior del Castillo de Chambord  que lo visitamos por la mañana!!