Acaba de llegar a una residencia. Durante un día me acompañó una
trabajadora de la Once para conocer bien las distintas estancias.
Desde mi habitación en el segundo piso al
comedor en la planta baja utilizo el ascensor. Una auxiliar me indica la mesa
más cercana a la entrada y me sitúo en la mesa, me siento, compruebo la
colocación de los platos y cubiertos, me coloco la servilleta para no
mancharme. La enfermera me trae las medicinas, me las da en la mano y me acerca
el vaso de agua. Le digo que lo coloque frente al plato a las doce del reloj
siempre, yo la cogeré. Me desenvuelvo perfectamente con la comida.
Ayudado por mi bastón intento salir del
comedor hacia el jardín, me oriento bastante bien. Una residente despistada se
cruzó en mi camino, tropezamos, pude agarrarme a ella para no caer, estuvimos
en equilibrio los dos. Me pidió perdón por el despiste. Un aroma sutil de su
perfume me trasladó a una mujer delicada. María que así se llama, me agarró por
el brazo y me acompañó al jardín.
María
es una gran amiga dentro de la residencia. Compartimos muchas actividades y
paseos juntos. Ella me cuenta historias que me hace reír. Hacía tiempo que mi
vida se había vuelto monótona y solitaria, ella me da esa alegría y me lleva de
la mano cada día. Estoy contento porque en este lugar no me encuentro tan solo
desde que falta mi esposa hace un tiempo.
250 palabras
Imagino que tu experiencia te ha ayudado mucho a la hora de construir ese personaje,... ha sido una buena forma de salir de la "apatía" que según nos contaste se había apoderado de ti. Te felicito, buen trabajo y reto conseguido!
ResponderEliminarSi, tuvimos una persona ciega con nosotros,no fue ciego de nacimiento y era un hombre muy instruido muy educado. Me encantaba hablar con él. Sabia que me gustaba pintar y escribir y me preguntaba como eran mis pinturas y se las imaginaba por los colores. Siempre me decía que grabara audios de mis escritos. Oía muchos libros. Y lo que he escrito es lo que me ha salido, pensando en él. Un abrazo.
EliminarIgnoro hasta qué punto has vivido la desolación de la ceguera, pero narras perfectamente un lugar de residencia donde quien necesita cierta ayuda, estaría la mar de bien cuidado.
ResponderEliminarUn texto muy bueno. Suerte. Un abrazo, a por este día acabando casi el mes
Albada, si donde trabajé hubo un caso de este hombre y una mujer que veía muy poco. Conozco pocas personas ciegas de nacimiento. Sólo conozco un joven que vive cerca en mi barrio. Pero aunque hablo con su madre, nunca hablé con él. Un abrazo.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues parece que ese aletargamiento te ha abandonado, al menos de momento. Te ha quedado un relato estupendo y muy bien narrado.
Muy feliz día.
No creas Marigem, tengo que coger rodaje, estoy en otra onda y espero que poco a poco me vaya activando. Gracias es un relato muy sencillo. Un abrazo.
EliminarCiego y solo, para él tiene que ser un gran alivio esa amiga que le acompaña y le guía. Un precioso relato Mamen.
ResponderEliminarUn beso.
Era un hombre muy solitario que se acoplaba muy bien a las amistades. Gracias Rosa.
EliminarUn abrazo.
Bueno, al menos tu protagonista consiguió un lugar donde sentirse acompañado y seguro. Un micro muy tierno. Un abrazo.
ResponderEliminarPaloma, si es muy simple y sencillo, pero yo soy así. Un abrazo.
EliminarEntiendo tu estado de ánimo, conozco la situaci´pn. Felizmente se sale, así a veces hasta obligándose a responder a una convocatoria como la de David, siempre interesantes. Entonces, nuevamente y con tus verdaderos intereses, se vuelve a rodar, a sonreír, a vivir. Precisamente eso está en tu historia, donde describes maravillosamente cómo se mueve un ciego entre las cosas cotidianas por un lado; luego una nueva vida en la residencia y dentro de ella una compañía inesperada y tierna. Así vamos, Mamen. Así seguirá. Estoy segura. Un abrazo
ResponderEliminarJuana muchas gracias por tu comentario y aliento. Espero podamos salir todos pronto de esta situación. Me alegro de que te haya gustado el micro. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Carmen! Leyendo tu introducción y después el micro no he podido evitar pensar que en el intro aparece la pregunta y en el micro la respuesta. La vida es larga y las situaciones y estados de ánimo que la componen son como un tiovivo. A veces la duda o el pesar nos paralizan nos hacen creernos débiles como ese ciego recién llegado. Pero la solución es simple, basta con dar un paso, no necesariamente grande, pero lo suficiente para que el siguiente nos parezca menos costoso, y luego el tercero y a la que nos damos cuenta ya estamos corriendo de nuevo. En el caso del personaje ese paso fue María, en el tuyo ha sido este micro que supura verdad y vida en cada línea. Fantástico aporte para el reto, que sin duda cuenta como su mayor logro el haber conseguido que vuelvas a escribir. Un fortísimo abrazo!!
ResponderEliminarPues si, tienes razón el micro es una respuesta a mi pregunta. Superar cualquier situación es lo que me anima. Espero seguir escribiendo como antes. Un abrazo.
Eliminar¡Hola mamen! Lo primero es que me alegra un montón que, por fin, hayas encontrado la inspiración para escribir, ¡y cómo lo has hecho, compañera! Conmovedor y preciso. Supongo que tu profesión te ha dado base para las descripciones, sea el protagonista ciego, o no.
ResponderEliminarPor cierto, felicitaciones por esa jubilación. ¡A disfrutarla!
Isabel espero que todo vaya adelante. Ya cobré mi primera paga de jubilada. Espero que esta situación pase pronto y podamos viajar y disfrutar. Siempre el medio que nos rodea son inspiración para poder escribir. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Tu esfuerzo por escribir este micro ha merecido la pena. Nos traes una historia tierna, de amistad y apoyo. Además seguro que escribir te ayudará a superar la apatía, tan habitual cuando hay un cambio de ciclo después de una vida de trabajo.
ResponderEliminarÁnimo, que ya tenemos otro reto planteado, y será divertido. El libro es muy entretenido, lo estoy leyendo ahora y es recomendable para pasar un buen rato con la lectura.
Un abrazo.
Gracias Carmen, me temo que el próximo reto no podré llegar a tiempo. Pero lo intentaré.
EliminarUn abrazo.
Estar recluido en un sitio así suele ser la sala de espera para coger el tren del otro barrio. Y si no se está a gusto es fácil desear que llegue pronto. En cambio, tu protagonista con su nueva amistad, encontrada y tropezada por casualidad, seguro que no le importará perder muchos trenes de la mano de tan buena compañía.
ResponderEliminarSaludos Mamen 🖐
He visto entre los residentes de donde trabajo escenas tiernas de amor y enamoramiento a pesar de la edad. tener con quien compartir los últimos años de la vida es mejor que solo. Un abrazo.
EliminarDavid, nos alienta a much@s a escribir, a mí también. Tu introducción me parecía el inicio de tu micro, pues a pesar de estar en estos momentos "ciegos" te ha quedado un micro con una gran ternura, y soltura. La reflexión va implícita, en la que destacó que, siempre y en cualquier lugar, podemos encontrar una mano amiga que nos guía en lo necesario. Y si dejamos atrás lo doloroso o lo negativo, tampoco se está solo. La soledad se elige, tu protagonista se acomodó a sus nuevas circunstancias con buen talante.
ResponderEliminarMuy bueno, Mamen.
Abrazos, y buen fin de semana ♥️
Mila, si es verdad David nos anima a escribir. Espero adaptarme de nuevo a su ritmo. Me gusta escribir y a veces no sale nada, pero ahí andamos. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Mamen! Me alegra mucho el poder volverte a leer. Es buena señal que hayas vuelto a escribir, regalándonos un micro estupendo. Mucho ánimo y a ver si podemos seguir disfrutando de tu talento literario y de tu compañía como sensacional compañera que eres. Recibe un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGracias Beri, tu comentario me da mucho aliento. Espero que me normalice y pueda escribir. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Un relato muy emotivo, escrito con mucha sensibilidad. Preciosa historia.
ResponderEliminarGracias Marta en mis escritos siempre hay sencillez y sensibilidad. Un abrazo.
EliminarHola Mamen. Un relato muy tierno y realista el tuyo. El amor es insustituible pero una sincera amistad puede ser un buen bálsamo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Bruno, si algo realista es, pero con un golpe de ternura. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. La soledad mal avenida es mala compañera para la vida. Y tú protagonista sin querer buscar compañía se encontró una cálida amistad fruto de la casualidad, por sorpresa, como suele ser en la vida. Me ha gustado tu relato, precisamente porque destila vida por todos sus resquicios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Carles, en la residencia al principio hay mucha soledad pero en una semana ya están los residente haciendo amigos.La soledad se palpa más en una casa cuando falta tu compañera/o. Un abrazo.
EliminarNunca es tarde cuando la dicha es buena, y este hombre a encontrado en la residencia a la que puede llegar a ser una gran amiga. Ciego pero no solo.
ResponderEliminarNo cabe duda que tu experiencia con residentes ha sido origen de tu inspiración.
Un abrazo.
¡Eso es! mi protagonista no se sintió solo. Además fue muy especial. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Qué bueno que pudiste vencer ese estado que te impedía escribir! Te ha quedado un micro muy tierno y realista. Sobre todo, se nota muy bien el punto de vista del protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero poder seguir venciendo esa ceguera de mente y poder seguir escribiendo. Y tu que me sigas leyendo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Mamen,
ResponderEliminarte correspondo con la visita y aprovecho para decirte que tu relato me ha resultado inspirador. Sencillo en la construcción pero intenso en todo lo que transmite tu protagonista. Un fuerte abrazo
Muchas gracias Matilde por tu visita y comentario. Un abrazo.
EliminarMe alegro de que este nuevo reto de David te haya puesto las pilas para animarte a seguir adelante con tus escritos, lo cual es muy prometedor después de esos meses de letargo y sequía narrativa.
ResponderEliminarUna historia sencilla y enternecedora, fruto de tu propia experiencia.
¡Felicidades!
Un abrazo.
Muchas gracias Estrella, a ver si me pongo las pilas y voy escribiendo algo. Un abrazo.
ResponderEliminarFelicidades por tu aportación a El Tintero de David.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Macondo. La tuya me ha gustado.Un abrazo.
ResponderEliminar¡Precioso te ha quedado el microrrelato que has escrito!
ResponderEliminar¡Y eso que decías que no tenías inspiración!
Amiga mía, lo haces fenomenal y no hay nada mejor que utilizar al amor como motor de la vida y esperanza, es una de las razones por las que merece la pena vivir y he ahí que has insuflado vida en la monótona existencia del protagonista ciego de tu relato.
Sigo sin perderte la pista y me alegra el volver a leerte.
Cariños.
Kasioles
Gracias Kasioles, al final no me ha resultado difícil escribir el relato.Parece ser que he conseguido lo que pedían. Un abrazo.
ResponderEliminarUn relato muy sensible. He leído que está basado en algún tipo de experiencia, eso le añade aún más sentimiento. Excelente aporte, Mamen. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno si, busqué en mi experiencia, pero hay mucho de invento. No todo es verdad. Buscar ideas a veces cuesta y si no te visitan las musas cuesta mucho más. Gracias por tu comentario Pepe. Un abrazo.
ResponderEliminarChapeauuuuu!!!!! cuanta sensibilidad Mamen,tu estilo tiene esa mezcla de tristeza y esperanza y leerlo hace bien al alma.Mi Nana materna cuando nací yo había quedado ciega, pero me tocaba y me decía.....! que bella ragazza, jamás lo escuché quejarse.Sigue regalandonos esos bellos relatos.Tu puedes!!!!!! Abrazosossosososos.
ResponderEliminarAnamaria Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Me das fuerzas para seguir. Un abrazo.
EliminarParece que el ánimo del certamen sirvió para que consiguieses crear un micro muy intenso e interesante.
ResponderEliminarMe gusto mucho. Un abrazo.
Jorge si que me animó.Gracias por tu comentario.Un abrazo
EliminarHola, Mamen.
ResponderEliminarUn relato tierno y dulce. Me alegra que haya encontrado una amiga. La soledad es la peor compañera, y más si interiormente se percibe y siente así.
Me alegra mucho que vuelvas a escribir, :)
Un abrazo.
Irene, yo me alegro volver a verte por mi casa. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que la soledad depende de la persona y esta la afrontará de una forma u otra. En este caso, nos has deleitado con relato muy adorable. Una linda amistad, gracias.
ResponderEliminarRR_misterio muchas gracias por tu visita, y por el comentario. Un abrazo.
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