Relato que hice para el concurso de Relatos Convulsivos con el tema Samain que hablara de:
BRUJAS, GATOS Y CALABAZAS.
Y esta palabras para introducir en el texto: lenguaje, poeta, escritura, literatura, lectura y dibujo.
Un cementerio descuidado
El 1 de noviembre es costumbre visitar el cementerio para limpiar las tumbas de los seres queridos y
dejarles flores frescas. Estas son algunas tradiciones españolas divertidas
para celebrar estas fechas.
En víspera de Todos los Santos se celebra la fiesta de Halloween creo que es más diversión y disfraces,
que respeto a los muertos. Recuerdo desde que era una
niña lo que en mi mente fugazmente me
viene porque con el lenguaje de mi fácil literatura y escritura
quizás no lo sepa relatar porque hablar de brujas y meigas no existía muchas
en mi infancia. Si recuerdo haber leído
algunos cuentos infantiles clásicos de los Hermanos Grimm etc…
La víspera de Todos los Santos en mi
pueblo. Los vecinos de mi calle bajaban
disfrazados con unas calabazas con unas velas encendidas .Pegaban en las ventanas y hacían sombras desde la calle. Iban de puerta en puerta y llamaban.
Cuando entraban en la casa nos contaban leyendas que habían sucedido en
la comarca.
Los hortelanos cuando iban a vender los
productos a otros pueblos esperaban que
amaneciese y coincidían con otros hortelanos de otros pueblos para llevar el mismo camino todos juntos, decía
la leyenda que en camino salían las brujas.
Los que se habían atrevido a ir solos las
habían visto volando o habían oído extraños chillidos o aullidos, e incluso
había algunos que decían tener en su cuerpo marcas de los azotes con que
las brujas las habían castigado. Escuchábamos tan atentos todos los niños y los
mayores, esas historias al lado de la lumbre que hasta los gatos se
arremolinaban alrededor del calorcito.
Sin embargo cuando vinimos al país vasco aquí eran otras costumbres distintas. En ese día se contaban otro tipo de leyendas. En la casa donde vivíamos varias familias cada una narraba una historia del día de
difuntos. En el comedor en el aparador se ponía un altar para rezar y
venerar a los muertos de las familias. Se colocaban las fotos de los
familiares difuntos, se encendían velas
o se ponían lamparillas encendidas en un vaso con aceite para alumbrar y unas flores dibujadas. Se mantenían encendido los dos días desde las
vísperas hasta el día de difunto
En la mesa comíamos dulces típicos de las fiestas que cada familia hacía para celebrar ese día,
la familia castellana hacía rosquillas de anís. La familia vasca hacían huesos de santo y buñuelos de viento, las
gallegas hacían leche frita, mis
padres hacían prestiños y mientras se
degustaba esos manjares se contaban leyendas que hacían recordar las costumbres de sus
pueblos:
En la Euskadi cuando en una casa
alguien agonizaba se llamaba en primer lugar al vecino, en este caso, el de la primera casa por la derecha yendo a
la iglesia. El cura y el médico también acudían llamados por este vecino. En algunos pueblos, si la agonía se
prolongaba, se solía levantar una teja de la techumbre, suponiendo que así se
facilitaba la salida del alma de su cuerpo.
Tras la muerte, el vecino más cercano llamaba a los parientes y él mismo o
alguien de la casa. El cadáver era transportado a la iglesia por un camino
especial que tenía en cada casa. No se podían utilizar caminos comunes,
solamente aquel, pese a estar en peores condiciones y ser más largo.
Otra familia castellana contaba
que en la noche los muertos vivientes salían de las tumbas a maltratar a
los vivos para que recen por ellos, mientras que vuelve a las casas que antiguamente vivieron. Esa noche salen los de la Santa Compaña en
procesión de muertos vivientes que van en pena. El poeta Bécquer escribió
muchas historias.
606 palabras
Video del cementerio de Eibar
Lo que menos me gusta de este cementerio es que está rodeado de Edificios. Se quedó muy céntrico casi en mitad de la ciudad. Dicen que lo van a llevar a otro lugar, pero de momento sigue ahí.
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