Los orígenes de Tudela son bastante inciertos. Durante mucho tiempo se consideró que Tudela era una fundación musulmana, ya que su historia documentada conocida arranca en aquella época. Sin embargo, diversas excavaciones arqueológicas han concluido que Tudela ha estado habitado desde la Edad del Hierro hasta nuestros días de forma ininterrumpida, iniciándose como población celta o celtíbera. El lugar que hoy ocupa Tudela debió ser un lugar verdaderamente propicio para atraer la atención de los primitivos pobladores.
Entramos por el puente cruzando el río Ebro. Aparcamos nada más pasar el río. Por un puente bajo la vía nos encontramos el casco antiguo y la Iglesia de la Magdalena, por detrás el barrio judío. Callejeamos un rato cerca de la catedral y en unos de los restaurantes comimos.
La Iglesia de la Magdalena es el mayor exponente de arquitectura románica. Su construcción se remonta a mediados del siglo XII (románica), es decir, es contemporánea a la Catedral de Santa María, si bien esta última tardó más años en ser finalizada. A lo largo de los siglos ha sufrido numerosas remodelaciones, pero que a causa de una fuerte reconstrucción, en el que fueron derribadas casas que se encontraban adosadas y dos capillas de ladrillo, sin ningún tipo de historia ni arte, ha quedado prácticamente, como fue concedida en el siglo XII. Según algunos expertos, la construcción se levanta sobre una antigua iglesia mozárabe. Se sitúa entre las calles Portal, Caldereros y Fosal del Casco Antiguo de Tudela.
Con su catedral cristiana de corazón judío y musulmán, con su ciudad vieja encajada entre una morería y dos juderías, con sus grandes personajes andalusíes y hebreos de fama y renombre mundial, Tudela es una singular ciudad de las tres culturas afincada en pleno corazón del Reino de Navarra. La Judería Vieja y la Judería Nueva, con un camino intermedio salpicado de constantes evocaciones del tiempo en que los hebreos poblaron la ciudad, constituyen hoy un itinerario sorprendente que permite conocer una buena parte de la ciudad histórica a través de sus judíos.
La catedral de Santa María (Santa María la Mayor) es un templo tardorrománico cisterciense de grandes dimensiones, que se comenzó a construir a finales del siglo XII durante el reinado de Sancho VI el Sabio, pasando el testigo a su hijo Sancho VII el Fuerte, que a su vez lo pasó a su sobrino Teobaldo I. Utilizó algunos de los cimientos de la Mezquita Mayor de Tudela (siglos IX a XI). Como las orientaciones de los dos templos no coincidían, la mezquita fue demolida para edificar el nuevo templo y solo se aprovecharon algunos de sus cimientos.
El templo actual se sitúa entre las actuales plaza Vieja y las calles Roso, Portal y Horno Higuera del casco antiguo de Tudela.
Inicialmente sirvió como colegiata, pasando a ser catedral cuando en el siglo XVIII Tudela se segregó de la diócesis de la vecina Tarazona. Fue elevada a la dignidad de catedral por Pío VI, a instancias de Carlos III, en el siglo XVIII.
Los primeros propietarios que se conocen son la familia Cabanillas Berrozpe, herederos de los Gómez Peralta, que mandaron construir esta casa entre los años 1520 y 1560, sustituyendo a una mansión previa del siglo XV. Se desconocen las razones de su denominación.
Construida en ladrillo, consta de tres plantas que culminan en una galería de arquillos y un alero profusamente decorado. Conserva de la anterior la gran escalera primitiva de planta cuadrada, y cuenta con un patio rectangular de gran sobriedad, según establecían los cánones aragoneses del momento.
Destaca la ornamentación de sus dos grandes balcones, ubicados en la primera planta, que presentan una espléndida decoración plateresca configurada por figuras antropomorfas en alto relieve. Entre los balcones y el alero existe un bello friso esculpido.
Su magnífica fachada se rehabilitó en 1997 y en 2010 fue acometida la restauración interior para servir de sede a la fundación María Forcada, dedicada a la organización de actividades culturales y formativas.
Plaza de los Fueros |
En este entorno estuvimos tomando café con un amigo de Facebook, que llevábamos un tiempo en esa redes compartiendo las acuarelas y punturas de ambos.
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