Al día siguiente después de visitar la oficina de turismo e informarnos de los pueblos que podemos ver nos fuimos más al norte cerca de la frontera francesa. Dedicamos la mañana a visitar las cuevas de Urdax y Zugarramurdi.
Cogimos las entradas en la tienda y esperamos diez minutos hasta que un guía durante 45 minutos nos mostró las cuevas. Acompañados del guía, una voz en grabación de una lamia de cabellos de rubios nos enseñaba su humilde morada y nos contó la historia de estas cuevas, no la vimos pero, me la imaginaba en algún recoveco del río Urtxume. Este río desaparecía de su recorrido y pasaba subterráneo fluyendo en la cueva dejando el relieve Kárstico. De vez en cuando el correr del agua se dejaba ver, se escondía y lo oíamos el agua sin verlo.
Tienda y entrada a la cueva foto de la web. |
Se encuentran escondidas bajo los verdes prados de la Navarra cantábrica, en la localidad pirenaica de Urdazubi/Urdax, y a pocos kilómetros de la costa y de la frontera con Francia.
Una visita guiada por sus galerías permitirá descubrir un universo de estalactitas y estalagmitas, además de traer evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas. No dejaban sacar fotos por lo que las más claras son del la web de las cuevas, sin flash nos dejaron sacar alguna.
UN POCO DE HISTORIA
Hace 20.000 años nada menos, el hombre habitaba ya estos montes, menos hospitalarios y acogedores que ahora, y muchas veces obligado a buscar refugio y seguridad en las grutas. Todavía era la edad del Paleolítico, se desconocían los instrumentos del metal (bronce, cobre o hierro), y era necesario (y obligatorio) fabricar con piedra tanto los utensilios domésticos como las armas para la caza y para la propia defensa.
Las numerosas investigaciones arqueológicas efectuadas en Urdax, en las que se hallaron buriles, hojitas de dorso, raspadores, arpones elaborados con sílex, una aguja de coser de hueso, restos de comida y restos de un enterramiento humano, demuestran que el hombre del Paleolítico que habitó estas tierras, vivió desde hace 10.000 hasta hace 20.000 ó 30.000 años atrás.
El yacimiento arqueológico existente en Alkerdi alcanza el nivel Magdaleniense y en sus paredes se pueden observar varios grabados de extraordinario interés, representando un caballo, un bisonte y un ciervo (no visitable por problemas de conservación).
Las primeras noticias de esta cueva datan de 1808 cuando se utilizó como refugio por personas que huían de las batallas de la guerra de independencia. A partir de 1965, comenzó a ser mencionada como atracción turística, y en la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Urdax, que ha hecho de ellas un lugar atractivo e interesante para el turismo y para los amantes de la naturaleza.
Ahora desde aquí nos vamos a ver las cuevas de Zugarramurdi, que están muy cerca.
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