En primavera nos gusta pasar un mes en un pueblo de la
sierra. Alquilamos una casa en la comarca de Olivenza. La casa es pequeña, tiene
dos habitaciones, cocina comedor, un baño y un patio con un cobertizo, donde
guardan la leña y los aperos de la labranza los dueños de la casa.
La temperatura es muy agradable pero hubo unos días
que llovió y enfrió mucho. Encendimos la chimenea con la leña del cobertizo.
Escondido entre la madera encontramos soterrado un saco. Dentro
encontramos una vasija de barro con unas monedas romanas y un
mapa antiguo.
Pasamos la noche sin dormir, intentando descifrar lo
que nos mostraba el plano que estaba muy borroso y deteriorado por el tiempo.
Nos levantamos temprano y con ropa de abrigo y unas
buenas botas decidimos tomar el camino hacia la sierra siguiendo las
instrucciones que indicaba el mapa. Encontramos el camino marcado con una cruz
en una piedra, sólo tuvimos que apartar el matorral. No tenía gran dificultad
ni era demasiado escarpado.
Seguimos el dibujo que indicaban unas cuevas. Caminamos por un laberinto de
recovecos rocosos y escarpados entre matorrales. Encontramos la primera cueva,
estaba sellada con piedras. No pudimos escavar sin herramientas y volvimos a la casa.
Al día siguiente con el material necesarios
volvimos a la cueva y con dificultad, pudimos quitar los pedruscos de la
entrada. Encontramos un corredor lleno de grava. Tuvieron que volver varios
días e ir excavando y sacando poco a poco, la tierra en sacos. Al final del
corredor el plano marcaba una especie de dibujo Ininteligible. Era una casa con
una bóveda llena de humedad, seguimos, en una habitación de la casa encontramos
un sarcófago. Lo abrimos con cuidado. Guardaba una momia disecada y desgarrada. En la mano
sujetaba algo rutilante.
Con cuidado sacamos una figura, parecía de oro.
Asombrados volvimos al pueblo, fuimos al ayuntamiento con la figura y
explicamos dónde la habíamos encontrado. Nos dijeron que se sabía de una
leyenda donde un campesino del pueblo gastó toda su fortuna en encontrar un
tesoro que tuvo en un sueño.
Se dice que cierta noche soñó con una vieja que le
decía que en la Sierra de Alor estaba enterrado un tesoro de un rey de preciado oro.
El buen hombre, impresionado con la denuncia de
ese tesoro, estuvo aprensivo, y al día siguiente, no pensaba sino en el sueño
que tuvo, lamentándose de no haberse acordado antes de conocer más pormenores
del ambicionado tesoro.
Durante las noches siguientes, al acostarse, pedía a Dios que el sueño volviera a repetirse para mejor conversar con la vieja hechicera; y como los sueños sean verdades, el pobre hombre pasaba las noches sin dormir.
Cierta noche, cansado, el sueño lo venció y sin que él supiera como, el sueño volvió a repetirse así que vio la imagen de la vieja y le pidió en fervorosa súplica que le dijese la forma de desencantar la celebrada estatua del rey.
Entonces la vieja, fijando sus ojos en las pupilas del
labrador le dibujó un mapa y le dijo:
“La entrada para descubrir este tesoro
está en los bajos de la Sierra de Alor, en las cuevas que allí están y tú bien
conoces. Entra y levanta la tierra que te estorbe la entrada. Así que lo
hagas, encontrarás un largo corredor, tapado igualmente de tierra; sácala toda,
y luego verás frente a ti una casa abovedada con agua. Esa es la señal de que
estás cerca; si consigues llegar al otro lado de la casa de agua, estarás en
posesión de la casa del rey..."
Y la figura de la vieja se diluyó entre las
sombras del sueño y nuestro pobre hombre quedó más intensamente ilusionado.
Un día intentó el labrador encontrar entre las cuevas
de la sierra la verdadera entrada para descubrir el deseado tesoro, pero como
no podía hacerlo solo él, contrató a varios trabajadores para así realizar la
tarea que duró varios años.
Las carretas de tierra fueron, poco a poco, aumentando
y el dinero del modesto labrador consumiéndose lentamente.
Otro día, encontró el corredor después de varias excavaciones y su alegría fue enorme; pidió a los trabajadores que no dejasen de cavar hasta encontrar la casa de agua. ¡La felicidad del trabajador era completa!
Gastó una fortuna que llevaba ahorrando desde su
juventud y ahora, por falta de dinero, tenía que abandonar la tarea,
exhausto de fuerzas y de energías.
Dice la leyenda que todo se descubrió desde el
corredor de la casa del agua, más la estatua de oro con la efigie del rey, esa
nunca se encontró.
Más tarde, la muerte llegó al buen labrador y la
leyenda de Moira como se llama en San Jorge, persiste y dura entre los
campesinos, como un desengaño de los sueños, las imágenes y las brujas...
801 palabras
Las leyendas de los campos. Pudiera ser una historia real. Qué nervios e inquietud al encontrar el saco.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día
Siempre hay leyendas en los pueblos se crean o no. Esta me ha ideado este relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarMe encantan estas leyendas y también los pueblos de Extremadura.
Feliz miércoles.
Extremadura guarda muchas leyendas que no conozco. Esto es una pero no exactamente igual. Un abrazo.
EliminarMe gustó.
ResponderEliminarFeliz primavera y Feliz día de la poesía.
Muchas gracias Manuel Díaz, por tu visita y me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mamen: Siempre es grato ponerse en contacto con las leyendas regionales. Tu versión es muy bonita, coloreada de sueños y paisaje. Un besito.
ResponderEliminarLas leyendas de los pueblos siempre guardan secretos y dichos. Muchas gracias por tu visita Beba. Un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa leyenda y muy buen relato. Mucha suerte en el Tintero, Mamen.
ResponderEliminarMuchas gracias Marta. Probamos suerte jajajaja. Un abrazo.
EliminarHola mi querida Mamen, vaya historia, aunque tal como la cuentas ¿no tendrás escondida esa momia? conociéndote hasta le estarás haciendo una par de pendientes, jeje. Fuera de bromas, comienzas con ese pedazo descubrimiento en esas cuevas y luego cuentas que es leyenda, no te creo. Ay que serían esas comarcas sin estas historias, me alegra que las recuperes. Un beso grande linda amiga
ResponderEliminarEstá basada de una leyenda. Y lo de las monedas y el encuentro de una casa eso ocurrió en la finca de mi primo. Encontró, vasijas y monedas, columnas de mármol y lápidas. La momia es un poco de fantasía. Y así me quedó el relato. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Carmen, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarDavid ya sabes que lo hago encantada a pesar que mis escritos son más sencillos y humildes que los de mis compañeros, pero en lo que pueda no faltaré a la cita. Un abrazo.
EliminarLas viejas leyendas siempre tienen su encanto, es ese un buen punto de partida para tu relato, donde tenemos tesoros, reyes, momias, pasadizos secretos, hechiceras... y todos los clásicos de una buena leyenda que se precie. Tu imaginación ha cubierto los huecos que faltaban para traernos este relato de aventuras y misterio. Te deseo mucha suerte en el Tintero, Mamen. Un abrazo!
ResponderEliminarJorge muchas gracias por tu comentario y tu visita, Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Personalmente amo las leyendas. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo
Mirna, muchas gracias. De vez en cuando me gusta hablar de las leyendas de mi pueblo, creando un halo distinto. Un abrazo.
EliminarUna leyenda muy bien actualizada para hacerla accesible y sobre todo muy próxima. Es un buen recurso narrativo. Gracias Mamen
ResponderEliminarLuigi gracias por tu comentario, es lo que se me ha ocurrido escribir para este concurso. Un abrazo.
EliminarHola Mamen,
ResponderEliminarmisterio y tensión en tu relato. Interesante leyenda e interesante también que se encuentren tesoros en las viejas casas, como le ha pasado a tu primo...
Un abrazo y suerte
Mi primo encontró ruinas romanas en su finca, y como no le interesaba que se las expropiaras las volvió a tapar. A Saber que escondes esas tierra. Cerca de allí hay un poblado descubierto en una finca muy cerquita de las tierras de mi primo en San Rafael de Olivenza. Un abrazo.
EliminarHola Mamem, por fin estoy por aquí.
ResponderEliminarMe gusta la mezcla que has hecho entre la realidad y la leyenda, y también el tono que has usado: una crónica detallada a la búsqueda del tesoro.
Comentas el caso de las ruinas romanas en una finca. Te cuento algo Mamem. ¿Sabes de donde viene el nombre que he adoptado de Tara? De una pequeña imagen de terracota que encontraron hace mucho tiempo en una cueva de un pueblo, no muy lejos de mi casa, de nombre Tara. Es un ídolo de los antiguos aborígenes guanches (canarios), que representa la fecundidad. Actualmente la figura está ubicada en el Museo Canario. Así que no es tan extraño tu cuento/leyenda, inventado o no, muchos de los tesoros encontrados son ahora parte del patrimonio cultural, y España es rica en ese sentido.
Las leyendas tienen un fondo de realidad.
Nos vemos en la gala Mamem. Un beso señora exploradora.
Tara, sabia que eras canaria y los aborígenes guanches siempre me han cautivado sus historias. En este caso la estatua de oro es leyenda, según la leyenda era un sueño yo lo hice un poco realidad. Pero lo que mi primo encontró en su finca era para seguir s, ya que encontró y partió con la excavadora una columna romana y placas de mármol que regaló a amigos para su patio. A mí me enseñó unas monedas que sus hijos guardan, y la parte de la columna rota. Cunado vaya le voy a sacar una foto. Un abrazo.
EliminarHas escrito una historia entretenida manejando con soltura la dinámica de los relatos de aventuras alrededor de esa leyenda rural, una de tantas, que habla de un tesoro escondido en una cueva. Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo, Mamen.
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y tu comentario. Este concurso tiene mucha altura y sois unos fenómenos. Me siento pequeña al lado de tan grandes escritores. de todos aprendo un poco. ¡Suerte en el concurso! el tuyo es de nota alta. Un abrazo.
EliminarUn relato donde mezclas leyenda y realidad, escrito con soltura y dinamismo en la que los personajes buscan un tesoro escondido en una cueva.
ResponderEliminarSuerte Mamen en el concurso
Un abrazo
Puri
Muchas gracias Puri, lo mismo te deseo a ti y tu relato. Un abrazo.
EliminarHola Mamen,
ResponderEliminar!Me encantan las leyendas!
Y tu version es muy original, con esa atmósfera enigmática y llena de fantasia. !Te deseo suerte en el tintero!
Abrazo!
¡Muchas gracias, Yessy! la suerte está en manos de quien participamos y votamos. Hay un buen nivel que es difícil de ganar. Pero yo me conformo con participar. Un abrazo.
EliminarUna peculiar leyenda que puede estar basada inicialmente en una historia real acaecida hace muchos lustros, y que ha ido pasando de boca en boca trasmitida por cientos de generaciones. Y lo curioso es que se dan en muchas comarcas a lo largo de nuestra geografía.
ResponderEliminarUn abrazo Mamen, y mucha suerte.
Esto tiene una leyenda con mezcla de un poco de relato para este concurso del Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho ese tono que le das al contar la leyenda, me ha parecido estar oyéndolo más que leyéndolo. Muy acertado porque las leyendas han llegado hasta nosotros por vía oral.
ResponderEliminarLa primera parte le da visos de realidad al encontrar el sarcófago con la imagen y el oro.
Felicidades, Mamen.
Mezclé leyenda que era un sueño con una realidad para introducir la leyenda. Un abrazo.
ResponderEliminarRelato entretenido con ese final que nos presenta la leyenda y el dicho popular. Me ha gustado!
ResponderEliminarUn abrazo compañera.
Muchas gracias Araceli, me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarEntretenida historia basada en esas leyendas que corren por tantos lugares. Como aquellos maravillosos cuentos de aventuras que tanto me gustaban. Un saludo y suerte en el tintero
ResponderEliminarMuchas gracias José. La suerte está echada.Un abrazo.
Eliminar¡Hola Mamen! Me ha gustado mucho tu relato. Las leyendas en los pueblos siempre tienen ese aire fascinador. Y es un punto que aquellos turistas encontraran la tumba, haciendo ver a todo el mundo que aquel pobre pastor no había perdido la cabeza. Espero que tengas mucha suerte en el concurso, ¡Un abrazo! ; )
ResponderEliminarHola Novelesco, muchas gracias por tu visita y el comentario. cuantas leyendas pululan por los pueblos. Un abrazo.
EliminarUna bonita leyenda popular, de esas que se trasmiten a través de generaciones y que pasa a formar parte de la historia del lugar. Mucha suerte en el tintero, Mamen
ResponderEliminarMuchas gracias Conrad. Suerte a ti también. Un abrazo.
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