miércoles, 8 de mayo de 2019

Historia de mujeres: Las últimas raquetistas



Hace tiempo que no hablo de mujeres extraordinarias y estas lo fueron. En Eibar se crearon tres escuelas de raquetistas y esto forma parte de la historia de mujeres que nos ofreció la Asociación Pagatxa este lunes.



Se cree que estas mujeres que jugaron en el Frontón son las primeras atletas profesionales del mundo. Anteriormente, los intentos de las mujeres eran para pilotos, en 1917 Donostiarra, Ildefonso Ababitarte, llevó a las jóvenes a Madrid y las puso en juego. Aunque comenzaron con fuertes picos de madera y una pelota de tenis, inmediatamente tomaron una pelota de cuero. En frontones pequeños jugaban a una velocidad espantosa sin ningún tipo de protección; El espectáculo era seguro.

Amigos exitosos, los frontones se extendieron por toda España y América. Esta expansión requirió la pelotaris, y así se crearon las razas.

A la edad de 15 años, pasaban la mayor parte del tiempo haciendo dinero para los pilotos educados en casa. Estas mujeres pioneras se veían mal en el País Vasco en general, porque no encajaban con la era moderna de las mujeres; Por otro lado, muchas personas han probado el éxito. 

Por eso queremos revelar la historia de los "RAKETLISTS DE LOS DEPORTES DEPORTIVOS CULTURALES PRIMEROS Y ALREDEDORES", silencio.


Las raquetistas vascas entre los años 1917 y 1980, decenas de mujeres del País Vasco y de fuera de la región coparon los frontones de todo el país jugando a la pelota con raquetas de madera. Eran las raquetistas, las primeras mujeres federadas en un deporte en España. Se cree que pudieron ser muchas, cientos incluso, pero apenas quedan algunas con vida. Emili Gómez y Rosa Soroa son dos de ellas, dos de las últimas raquetistas y testigos de aquella época que sí existió. La madre de Jon falleció cuando él tenía ocho años, pero no fue hasta después de su muerte cuando descubrió su pasado como raquetista profesional. Años más tarde, buscando una foto de la época, descubrió a Agustina Otaola y ella, a su vez, le contó la historia de cuatro de sus tías que, según decía, habían sido las primeras jugadoras. Las primeras de todas las que vendrían después, pero ¿quiénes eran aquellas mujeres? ¿Y por qué casi nadie sabía nada de ellas? Hay historias que corren el riesgo de no ser contadas, memorias no construidas que podrían perderse.

"Empecé a entrenar en Valencia cuando tenía 14 años. Mi padre me vio jugar un día por casualidad al pici-pala [juego tradicional valenciano] y me dijo que yo iba a ser pelotari. Y así fue", cuenta Emili. Al otro lado del teléfono, esta mujer de 88 años desborda fuerza y pasión. Cuesta poco adivinar cómo se las debió de gastar en la cancha.





De Valencia se fue a Barcelona, donde aprendió el oficio "viendo cómo lo hacían las que sabían", y de ahí, al resto del mundo: Madrid, Canarias, México... En un tiempo en el que las mujeres apenas podían hacer nada sin el permiso de un hombre, Emili y sus compañeras abandonaban sus casas y a sus familias con apenas 14 años, se marchaban a vivir solas a otras grandes ciudades, tenían sus propios sueldos y negociaban sus propias condiciones de trabajo.


"Ganábamos hasta tres veces más que un obrero de la época y la mayoría enviábamos dinero para ayudar a nuestras familias", recuerda Emili.

Una mira las fotografías de aquellas mujeres y no puede reprimir la idea de viajar en el tiempo hasta una de las gradas donde cada tarde y cada noche se congregaban decenas de personas -principalmente hombres- para ver los partidos de las jugadoras del momento. El espectáculo tenía éxito y se requerían cada vez más raquetistas, por eso creció rápidamente el número de escuelas donde se preparaban. En Madrid, en Sevilla, en Valencia, en Barcelona...los frontones empezaron a clonarse por ciudades fuera del País Vasco. La actividad era frenética. Se disputaban dos partidos cada jornada y los espectadores cruzaban apuestas diarias sobre quién y cómo ganaría; mientras tanto, las jugadoras disfrutaban de su trabajo casi ajenas a la expectación.




"Yo me ponía un poco nerviosa antes de empezar los partidos, pero porque quería hacerlo bien", recuerda Rosa Soroa. "Me gustaba jugar contra otras chicas que fuesen muy buenas. La mejor de mi época era Chiquita Anoeta", revive esta navarra de 72 años que se mantuvo activa desde 1961 hasta 1973.

Su madre se enteró de que había un grupo de chicas en Tolosa practicando aquella modalidad aún minoritaria y decidió llevarla a entrenar. A su padre "no le hacía tanta gracia", pero eso no evitó que dos años después, con 16, hiciera su debut profesional.
La historia de Soroa es muy similar a la de tantas otras chicas que comenzaron a entrenar en el País Vasco y acabaron viajando fuera para desarrollar sus carreras.

Muchas de ellas están unidas por un mismo nombre: Ildefonso Anabitarte, un pelotari reconvertido en empresario que pronto supo ver el potencial de las jóvenes. Anabitarte era dueño de varios de los frontones que proliferaron por el país. Viajaba por las escuelas para ojear a las raquetistas y, cuando creía estar ante una buena jugadora, le ofrecía formar parte de la plantilla fija de sus espectáculos.

Éste era también el método del resto de empresarios del sector: les ofrecían contratos de entre 6 meses y un año y pactaban entre ellos una especie de fair play para no robarse a las mejores jugadoras. "Ganaron mucho dinero", dice Emili.
El Frontón Cedaceros, en Madrid, acogió los primeros partidos entre raquetistas hacia el año 1917, y pronto surgieron otros como el Frontón Moderno, también en la capital. El auge era imparable. Sólo en Eibar, una de las localidades donde mayor acogida tuvo este deporte, se llegaron a abrir hasta tres escuelas en los primeros años del siglo XX.

Cuenta Arantza Lasa Astaola en su libro Historia de las Mujeres de Eibar que aquellas raquetistas "rompieron moldes, abrieron caminos, establecieron lazos afectivos y fueron unas deportistas singulares" dentro del contexto histórico que las rodeaba.
"No era fácil", señala Jon Juanes. "No estaban demasiado bien vistas por la sociedad de aquel momento: les pagaban más que a los hombres, jugaban de noche, llegaban tarde a casa y tenían libertad para viajar y moverse dentro y fuera de España", añade.

Él y Ainhoa Palomo están detrás de la Asociación Raketistak Lehen eta Orain  y desde hace cuatro años recopilan datos, fotografías, documentos y testimonios que permiten reconstruir lo que sucedió en aquellos años.

           

"Una raquetista nos llevó a otra", explica Ainhoa, y así hasta las más de 100 que tienen documentadas, aunque creen que existieron muchas más. De hecho, manejan una estadística que apunta que en 1943 había más mujeres pelotaris que hombres, "y no se sabe nada de ellas", afirma sorprendida.

Rosa Soroa, Emili Gómez, Agustina Otaola, Nieves Mendoza, Josefina Gárate, Eugenia Iriondo 'La Eibarresa', Pepia Menchaca, Feli Gallarta, Carmen Clarita..."Cuando empezamos a componer el puzle, nos dimos cuenta de la magnitud de la historia y entendimos la necesidad de divulgarla", añade. Por eso el pasado mes de enero estrenaron el documental Raketistak Lehen eta Orain (algo así como Raquetistas de ayer y hoy) y desde hace tiempo recorren los municipios guipuzcoanos con una muestra de fotografías e imágenes. Pretenden también recuperar el deporte de la raqueta y conseguir que las jóvenes se aficionen y lo vuelvan a profesionalizar. La tarea es ardua. Os dejo un enlace por si quereis ver mas noticias sobre  estas mujeres raquetistas recogida en el diario Vasco por Joseba Leceta de Hernani.
https://www.diariovasco.com/deportes/pelota/olvidada-apasionante-historia-20181129001934-ntvo.html

Y otro enlace de varias raquetistas  vivas de Bilbao recogido por el País.
https://elpais.com/ccaa/2013/08/19/paisvasco/1376942099_909186.html
 Os dejo un vídeo para que lo podáis ver.


vídeo del las raquetistas 

En la residencia donde trabajo  tenemos una de  las raquetistas Mª Luisa Lecunberri. un encanto de mujer, que ya apenas habla.


¡¡ Espero que os haya  gustado !!

12 comentarios:

  1. Qué lástima que se perdiera. Gracias por darlas a conocer. Una historia que merece ser difundida.
    ¡Bien por ellas!

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    1. Ahora por aquí han comenzado a despuntar mujeres en pelota a mano. Pero esta modalidad de raquetistas me parece más bonita. Ha sido muy grato ver estas historias de mujeres. Un abrazo.

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  2. Hola Mamen.
    Qué buen post, lo he disfrutado y he aprendido mucho, gracias por traerlo para que todos conozcamos estas historias.
    Muy feliz miércoles.

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  3. Has disfrutado tanto como yo disfruté en ver estos documentales y estas charlas. Además había gente entre las fotos de las raquetistas que yo conocí. Y en el grupo que asistimos a la charla estaba un a mujer hermana de una raquetista que aportó algunas experiencias personales. En mi residencia tenemos una raquetista. Esta lo que más lejos fue a jugar fue a Madrid. Un abrazo.

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  4. Son las historias olvidadas de muchas mujeres,... en cualquier ámbito que miremos allí encontraremos mujeres sobresalientes.

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    1. Qué poco se contaba de lo que haisn lss mujeres. Eran invisibles.Un abrazo.

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  5. Ostras, desconocía esta historia. Y desde luego llama la atención y más en aquella época donde el deporte femenino era algo casi anecdótico. Mi padre, natural de un pueblo de Almería, era un gran aficionado al frontón, pero a "puño pelado" sin raqueta, aunque en aquel tiempo la pared era la del Ayuntamiento dado que la plaza era el único llano del pueblo.
    Pero afición me cuenta que había mucha por este deporte. Un fuerte abrazo!

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    1. Este deporte lo practicaba yo en el desaparecido frontón de Orbea. Tiraron ese terreno para hacer cuatro torres de casas. Un abrazo.

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  6. Qué interesante, Mamen, no tenía ni idea. Desde luego estas mujeres rompieron por fuerza muchas barreras y tópicos de su época. Lo que parece increíble es que hubiera llegado a ser un deporte tan importante y extendido y hasta ahora no hubiéramos tenido noticia de él. Sin duda es injusto y me parece genial que se haga esta labor de "re-conocimiento".

    Un abrazo.

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    1. Menos mal que se les está reconociendo. En la post guerra fue un buen deporte. Un abrazo.

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  7. Pues forma parte de la historia de muchas mujeres

    Muy interesante post. Un abrazo

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  8. Esta faceta de las mujeres vascas fue en su época muy importante para estas mujeres. Y es una pena que se ocultara y no se divulgara en muchos años. Con este deporte muchas mujeres mantuvieron a sus familias en la post guerra. Un abrazo.

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