miércoles, 25 de diciembre de 2019

"LA NAVIDAD"

                  La Navidad vista desde niña.
                                           
Cuando eramos niños la Navidad la vivíamos en familia con padres, tíos y primos. Íbamos al caserío donde vivían mis tíos. Nos juntábamos todos los primos e íbamos a buscar musgo al monte y poníamos el nacimiento. En Nochebuena por la tarde solíamos cantar villancicos por los caseríos de los vecinos Arrazola, nos daban el aguinaldo o caramelos. Por la noche cenábamos una sopa de picadillo, un pollo relleno del corral, que lo cocinaba mi tía. Después de cenar nos íbamos a la cama con la ilusión que nos visitaba el Olantzero y nos traían los regalos. Nos levantábamos temprano para ver lo que nos había dejado debajo de la ventana y jugábamos con los juguetes que nos había traído.
Relato copiado de los ejercicios de la escuela con 12 años
Foto de Autor   desconocido, podrá su autor  retirarla si lo precisa 

                    HISTORIA DEL OLANTZERO                                    




En los bosques de Euskal Herria, hace muchísimos años, vivía un hada muy bella de cabellera amarilla y ojos muy brillantes. Como todas las hadas cuidaba de la gente y estaba acompañada por criaturas como duendes llamados Prakagorri (pantalones rojos) que la ayudaban en todo su trabajo.

Un día que el hada estaba viajando a través de las montañas.  Se paró en la fuente de los prakagorri. Mientras peinaba sus cabellos le anunciaron que algo había moviéndose entre los helechos. Los duendes gritaron para llamar la atención del hada. Ante la sorpresa de ella, entre las hierbas había un niño. Ella que no entendía, como los humanos había podido dejar abandonado a un bebé humano. Por ello el hada le dijo al bebé: "tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tú vivas". Entonces ella cogió al niño y lo llevo a una vieja casa, en el limite del bosque. En la casa  viven un hombre y una mujer que no tenían hijos. Así que sabiendo el hada que serían muy felices de recibir el bebé, lo dejó enfrente de la puerta para que ellos lo encontraran. 



                         

Muy pronto, al amanecer, cuando el hombre se levantó a ordeñar las vacas encontró al bebé y corriendo llamó a su mujer y se lo enseñó a su esposa. Muy contentos de haber recibido a ese niño, rápidamente lo taparon con una manta, le dieron de comer. Lo adoptaron como su hijo. A Partir de ese momento, Olentzero creció entre los bosques y se convirtió en un fuerte, amable y saludable hombre que, nunca tuvo la preocupación de como había llegado a ser encontrado por sus padres. Olentzero trabajaba todos los días del año ayudando a su padre haciendo carbón. Pero lo inevitable sucedió después de muchos años, los que habían sido sus padres murieron y Olentzero se quedó muy solo en su casa del bosque, haciéndose viejo según pasaban los años.
Durante el paso de los años Olentzero fue entristeciendo, se fue dando cuenta de lo que quería, era ayudar a otras personas que lo necesitaban. Recordó, que en el pueblo había una casa donde viven los niños que no tienen padres. Ellos vivían de lo que la gente del pueblo les daba. Esos niños están muy solitarios como yo pensó, el Olentzero trato de hacer algo para que esos niños fueron más felices.
Como Olentzero era muy hábil haciendo cosas con las manos, se dispuso a hacer juguetes para los niños y muñecas para las niñas, con la idea de regalarles los juguetes cuando fuera al pueblo a vender carbón. Cuando acabó de hacer las muñecas y los juguetes, los metió todos en un saco y cargo el saco en su burro junto al carbón. Marchó al pueblo muy contento pensando en lo que iba a hacer.
Olentzero les repartió los regalos a los niños, ellos se pusieron muy contentos. Él estuvo jugando con ellos todo el día, contando las historias que había aprendido de su padre cuando era pequeño. Los niños y niñas a partir de ese momento amaron mucho al Olentzero y ya no se sintieron tan solos como antes. Olentzero fue muy bien reconocido en el lugar, cada día cuando llegaba al pueblo a vender su carbón, le rodeaban todos los niños.
Esto sucedía durante muchos años, hasta que un día hubo una tremenda tormenta. En el bosque y las montañas destruyó muchos árboles y en el pueblo muchas casas. Los truenos, rayos y el frío dejaron muy asustados a las gentes del pueblo y especialmente a los niños.
Un día Olentzero estaba de camino hacia el pueblo y vio un rayo que caía en una casa. Se acercó y vio a unos niños en la casa en peligro y pidiendo ayuda, la casa estaba en llamas. Cubrió a los niños con una manta para protegerles del fuego y los saco de la casa a través de una ventana del primer piso. Mientras él estaba tratando de salir, una gran viga cayó sobre el Olentzero, provocando que su fuerte y gran corazón se parara. Cuando se enteraron las personas del pueblo, lloraron por lo sucedido dándose cuenta de que no había nada que ellos pudieran hacer.


En ese mismo momento fueron sorprendidos por una brillante luz que salia de la casa. Mientras nadie pudo ver lo que sucedía en el interior de la casa. Dentro apareció el hada que había encontrado al Olentzero cuando era un bebe en el bosque, muchos años antes, está le llamo por su nombre con su dulce voz. El hada le dijo al Olentzero: "Olentzero, tu has sido un buen hombre, lleno de fe y de buen corazón. Has dedicado toda tu vida a hacer cosas para los demás, y has dado hasta tu propia vida, para salvar a otras personas. Por lo tanto no quiero que te mueras. Yo quiero que vivas para siempre. De ahora en adelante tu harás juguetes y otros regalos para los niños que no tienen padres. Y en todos los rincones de Euskal Herria", al oír esto los prakagorris se apresuraron a decir que ellos le ayudarían.

A partir de ese momento, así sucedió. En la mitad del invierno, al final de cada año, Olentzero, va por todos los pueblos de Euskal Herria repartiendo juguetes, a los niños que no tienen padres, ni abuelos, que les hagan regalos. Los niños de todos los pueblos celebran la llegada del Olentzero cantando canciones y esparciendo mensajes de amor.

Muchas personas no creen que el Olentzero exista pero, por contra otras, sostienen que entre los vascos existe todo lo que tenga un nombre y realmente queramos que exista.


Recopilado de mi otro blog para vosotros.

¡¡felices fiestas!!

¡¡Espero que os  guste!!

5 comentarios:

  1. Una sencilla historia preñada de nostalgia, en la que se recuerda con ternura y algo de tristeza aquellas Navidades ingenuas y felices de cuando eramos niños. Con estas palabras logras que al lector se le despierten recuerdos infantiles.
    Un abrazo, María.
    PD. He leído tu comentario en mi blog, muchas gracias por pasarte y dejar tu opinión; me alegra mucho que te haya gustado. Te contesto por aquí porque no puedo mediante la publicación de tu comentario; no sé por qué, no me sale la opción de ''responder''.

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  2. Una bonita historia Mamen y me ha gustado especialmente como la has acabado con ese entre los vascos existe todo lo que tenga un nombre y realmente queramos que exista pues bien por el Olentzero. Feliz Navidad.
    Besos

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  3. Muchas gracias Contxita, es que al final los niños quieren mucho a Olantzero. Un abrazo.

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  4. Hola Mamen, este personaje, Olentzero, me parece entrañable. "Mientras haya alguien que se lo crea, un niño, la historia, no hay ninguna historia que no puede ser verdad". Es preferible un personaje que ha salido de la tradición popular aquí, en nuestro país, que otro importado como es el Papa Noel. No conocía su historia. Gracias. Un beso grande

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  5. Es muy antigua esta historia, creer en alguien que deje ilusión a los niños es importante para mantener la esperanza y la alegría. Un abrazo.

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