Son un matrimonio de costumbres, intentan no caer en
la monotonía. Cada día el marido echa mano del humor para hacerla
reír. A ella lo que no le gusta, es estar en una rutina
diaria.
Pero llegó la pandemia, lo cambió todo. Cuando no
están confinados, lo recomendable es salir de paseo al aire libre por lugares
poco concurridos. Ellos salen por la mañana a caminar durante una hora
para estirar las piernas, antes de comer. A veces van a dar la vuelta
alrededor del pueblo, otros días pasean por el bidegorri que sale
aledaño a la carretera y al río hacia el límite del pueblo colindante. Hoy
salió el sol después de unos días lluviosos y hacia una temperatura agradable.
Mientras caminaban Martín le pregunta a Paula:
— ¿Estudias o trabajas?
— ¡Vaya hombre, qué pregunta!
— Es que no hablas nada y de algo tenemos que
hablar, ¿no te parece?
— ¡Anda, anda! disfruta del paseo. Y mira el
rio como nadan los patos.
— Sabes que me gusta decirte algo, por cierto...
¡Hoy estás muy guapa!
— ¡Bah, ya estás otra vez con lo mismo!
¡Qué zalamero estás!
Cada día Martín no deja de decirle palabras bonitas,
lo guapa está y que está muy enamorado de ella. Durante el camino se
cruzaron con tres chicas conocidas.
—¡Adiós! Les saludan, Martín les hace un saludo con la
mano como si fuera de la realeza. Y se queda con la mano en alto y dice:
— Hay que saludar así ahora. ¿No?
Y las chicas le imitan y se van riendo. Paula
le comenta:
— ¡Como eres, tienes para todas!
— ¡Como tú no dices nada! Ja, ja, ja, se
ríe.
Un poco más adelante, se cruzaron con una pareja,
Martín, comentó:
— Te acuerdas de esos. Él iba a mi clase; está
gordo y calvo; era de la Jet-set; vestía con buenas marcas y ahora ¡quien la ha
visto y quién le ve!
— Bueno... ¿a ti hay que verte eh?, tienes más
pelo pero a también se te cae, los dejas en la almohada. Le dice Paula. Y
se ríe.
La caminata de ida y vuelta son unos seis kms, escasos,
en una hora aproximadamente llegan a casa.
Entraron en el portal y en el ascensor Paula se
sujetaba la entrepierna. Abrió la puerta de la casa y fue directamente al baño.
— Tendrán que poner WC públicos en este camino.
— Pero si siempre que entras en el ascensor te pasa lo mismo. Ya es un clásico
tu forma de llegar a casa.
Llegó la hora del almuerzo y mientras comían,
Martín mientras mastica, canturrea, y ella le protesta:
— ¡Deja de cantar! es molesto aunque a ti no te parezca. Vaya una
manía que tienes...
— ¡Pues habla algo! ¿No te das cuenta que estamos en silencio?
— Bueno, es que comiendo no se habla, ni se
canturrea.
— ¿Cómo te pones? ¡Chica! Hoy todo te molesta.
Por la tarde Paula fue a la estética a hacerse
una limpieza de cutis. Su marido la esperó a la salida. Cuando la vio le
dijo:
— ¡Vaya! ¡Qué guapa te ha dejado! se fijó bien pero... solo te ha quitado
quince días.
— ¿Y, qué esperabas, que me convirtieran en una pipiola? ¡Vaya,
vaya!
— Cuando fui a la ciudad, ¿te acuerdas...? Cuando me invitó una amiga
de internet a una reunión de estética, me hicieron un tratamiento que solo me
quitaron unas horas. Eso sí, pero las risas que pasamos, se rieron de mí y
conmigo toda la tarde.
Para evitar que la vida diaria se convirtiera en
monotonía Martín mantenía conversaciones irónicas y la mujer ya estaba
acostumbrada. Él le sacaba cada día una sonrisa.
Cuando se acostaban no lo hacían juntos, a veces se
iba ella antes y otras él. Pero anoche fueron juntos. Se acurrucaron en forma
de cucharita y él le acariciaba, ella se quedaba quietecita como una gatita. De
las caricias pasaron a los besos y de los besos a lo otro...
Martín le tocó
su punto débil y ella reaccionó.
— ¿Te gusta eh?
Ella le besa y le toca su cosita.
— ¡Claro! todavía tengo vida.
— Pero... ¿no decías que estaba muerto?
— ¡No, qué va! estaba de parranda. Se
rieron un buen rato. Y se quedaron dormidos.
Pero Paula cuando se levantó por la mañana, posó con
el pie izquierdo, estaba enfadada, ya que recordó que era el día de los
enamorados. Su marido se levantó como de costumbre temprano para ir a
hacer deporte y a ella no le llamó. Siempre lo hacía y le daba un beso
antes de irse. Cuando volvió Paula tenía la cara larga y le dijo:
— Martín hoy te has ido sin decirme nada, y ni te
acordaste de que hoy es nuestro día.
— ¿Qué día es pues?
— Un día especial, que siempre lo celebramos, como
estas de despistado que ni te has acordado esta mañana. Es el día de San
Valentín, día de los enamorados. El aniversario de cuando nos hicimos
novios. Como se nota que ya no estás enamorado. Solo estamos
adaptados.
— ¡Oh, cariño! ¿Cómo me ha podido olvidar? menos mal
que es temprano y se puede remediar.
Y le dio un achuchón y un beso. Ella se quedó
tranquila,
Él se marchó a hacer recados, volvió con un gran
regalo en una caja.
— Este es mi regalo de San Valentín, espero que te
haga mucha compañía.
Paula abrió la caja y un hermoso perrito le miró con
unos ojos amorosos.
898 palabras
El tiempo nos saca lo mejor de los recuerdos, y lo peor, tanto de ese tiempo como de nosotros mismos ene l hoy, esa pareja naufraga.
ResponderEliminarUn abrazo, y a por una tarde bonita
Hola Albada, da la sensación de que esa pareja naufraga. Es un modelo típico de pareja que lleva muchos años conviviendo. Un abrazo.
EliminarTiempo de San Valentín y risas que no falten Mamen,...
ResponderEliminarFeliz semana!
Norte pues si, ha coincidido el final con San Valentín de ahí el final. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. La ternura al final siempre triunfa, sobre todo si se toman las dosis a cucharaditas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carmen, sin la ternura qué sería de la gente. Un abrazo.
EliminarLos años no perdonan y la rutina se apodera de las relaciones matrimoniales. Al menos ese hombre intentaba alegra el día con su sentido del humor que, al parecer, no era compartido por su esposa. Aun así, creo que seguirán juntos hasta que la muerte los separe, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
En toda pareja siempre hay quien tira de ellos. Los caracteres de cada uno cambia según los días. Un abrazo.
EliminarLo importante es que esta pareja continúa luchando contra viento y marea, siempre juntos y sin perder la ternura.
ResponderEliminarEsos pequeños detalles que se intercambian uno a otro son de lo mejor para crear nuevas esperanzas y que la rutina no arruine la relación.
Un relato sencillo, pero muy entrañable y que se lee de un tirón.
Un abrazo.
Estrella mis relatos son sencillos. Pero lo importante que se entiendan y que os guste. Un abrazo.
EliminarUn final muy tierno que lucha contra la rutina. Muy bonito, Mamen.
ResponderEliminarEl final ha surgido del día que nos toca. Hay quien regala flores o bombones. Y a muchos pasa ese día desapercibido. Un abrazo.
EliminarPrecioso, Mamen. Mur sencillo y muy tierno
ResponderEliminarSuerte en el concurso.
Un beso.
Rosa si sencillo es, lo importante es que vuelvo a participar, ganar el concurso ya es otra cosa. Un abrazo.
EliminarMuy cotidiano en la forma en como lo cuentas Mamen, esa lucha contra al rutina es lo que más los une y eso es lo más importante llegado el momento en una relación de pareja.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo
Puri
He querido introducir lo cotidiano y no la bronca extrema. Son quejas cotidianas que se dan normalmente. Con un poco de ironía. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen.
ResponderEliminarLo importante en las relaciones es eso, no caer en la monotonía, y buscar risas y ternura como tan bien nos lo muestras en tu relato, :)
Mucha suerte, y un abrazo.
Es la vida misma cotidiana Irene. Eso es lo que he querido plasmar. Un abrazo.
EliminarHola.
ResponderEliminarYo huyo de la rutina y la monotonía, es algo que odio.
Él se ve dicharachero y simpático. Ella parece más reticente. Seguro que el perro dulcifica el carácter de Paula y siguen juntos y felices.
Muy feliz semana.
A veces se cae en la rutina y se quiere salir de ella. Son tiempos para caer en la rutina. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Me ha gustado mucho tu relato: rezuma ternura por todos sus poros. Los diálogos me han parecido muy auténticos, nada forzados. Felicidades y mucha suerte. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHola Beri, gracias que te haya gustado. Es sencillamente diálogos muy naturales de la vida cotidiana. Un abrazo.
Eliminar¡Hola mamen! Me alegra de que te hayas decidido por fin a regalarnos un relato. Es tierno, cotidiano. Martín parece un hombre campechano de buen humor, ella un poco regañona, pero si se quieren y hay salud, seguro que cumplirán las bodas de oro, por lo menos.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo.
Tara, si es tierno, no hay bronca extrema. Es una pareja que al paso de los años les va cambiando y son personas que no se enfadan en grandes peleas. Son ironías cotidianas. Un abrazo.
EliminarUn relato entretenido, con un final tierno, abogando por hacer de cada día una pequeña aventura o descubrimiento de tu compañero o compañera para superar la monotonía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carles el final coincide con el día que ha pasado. No sabía como redondear el final con pocas palabras y así lo he dejado. Un abrazo.
EliminarMuy bonito y tierno relato, Mamen. A pesar de la monotonia la chispa sigue encendida. Me ha encantado leerte. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias Marina, por tu visita. Arranco de nuevo ver si me animo. La monotonía en una pareja y sobre todo mayor es peligrosa. Un abrazo.
EliminarMuy lindo relato, entrañable. Suerte en el Tintero, ¡saludos!
ResponderEliminarAna Gracias, Es tierno y sencillo, como lo que yo escribo. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. La quiso arreglar. Pobre! La que se le armaba, si no...
ResponderEliminarUn abrazo
Ella, ya demuestra que estaba acostumbrada a que su marido le diga cositas. Muchos parejas no tienen nada de ternura. Un abrazo.
EliminarVaya par! Me parece un relato bastante entretenido, me ha gustado mucho. Un final genial, al menos trato de hacer las paces con ese regalo muy a tiempo. Mucha suerte!
ResponderEliminarUn saludo
Eso Vaya par. El es la sal de la pareja y se esfuerza por mantener la alegría. Ella es mucho más monótona. Un abrazo.
EliminarGracias, Carmen, por participar con este relato en la XXV edición del concurso dedicada a Tom Sharpe y Wilt. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarDavid, he podido escribir algo aunque no tenga mucho que ver con las ironías del libro que no lo he leído ahora, recuerdo haberlo leído hace mucho tiempo. Un abrazo.
EliminarVaya pareja más entrañable la que nos traes, Mamen. Se nota un matrimonio consolidado tras muchos años de convivencia con sus roces y con su compenetración.
ResponderEliminarYo también creo que en algunos caminos tendrían que poner baños, y cuando me voy a la esteticista a mí no me consiguen quitar de encima ni quince horas, ja, ja, ja.
Un besote y suerte en el Tintero.
Una pareja mayor con mucho de cotidiano. Salir de la monotonía cuesta y ella todavía se arregla. Aunque sea un lavado de cara. Un abrazo.
EliminarCada pareja es un mundo y yo respeto todo.
ResponderEliminarPero en los tiempos que vivimos, por mucho menos las parejas se separan, para mí entender, lo más importante en una relación, es el diálogo y la comprensión.
Al final me has hecho sonreír y te lo agradezco.
Cariños.
kasioles
Ya lo creo que cada pareja es un mundo. Y cada persona es como es. Estos protagonistas luchan por salir de la monotonía y se meten de lleno en ella. jeje. Reír de eso se trata con humor absurdo. Un abrazo.
EliminarHola Mamen, una pareja entrada en la edad en la que los votos quedaron muy, muy atrás, jejeeje y caer en la monotonía, puede ser pues eso, aburrido, menos mal que el marido es más optimista. Quitarse años, ay, qué bueno eso, de los días y las horas, ha sido divertido. Y lo del baño, jaja ya no se aguanta, no llegas. Ahora con el perrito todo va a cambiar, ya son tres, para divertirse e ir al baño, jejeje. Un beso grande amiga mía
ResponderEliminarEmerencia no sabía de que escribir y sin pensar mucho me fijé en una pareja que se repite mucho. Anécdotas casi absurdas y divertidas. Leyendo los otros relatos este humor se sale de la línea. Pero bueno soy fiel a mi estilo sencillo. No es para ganar pero si espero que os podáis reír. Un abrazo.
EliminarHola Mamen, todo el relato en sí es un monumento a la ternura de una pareja que sobrevive bien al tiempo aferrándose a sus charlas e ironías, es muy agradable leerte, todo bien narrado y detallado, se visualiza muy bien, es un bonito paseo para el alma. Un abrazo saludos y suerte.
ResponderEliminarMik gracias por tu visita, espero que como dices te guste por su sencillez y se entiende bien. Un abrazo.
Eliminar!!!!! Que relato más tierno,es un placer leerte Mamen!!! no he parado de reír,que ya es mucho en estos tiempos,diría un andaluz OLEEEEEE !!!! Te deseo le mejor de corazón.Abrazososososososososos desde el fin del mundo!!!!
ResponderEliminarAnamaria, lo divertido de esto es hacer reír. Pues si entras en la página del Tintero de oro te va a gustar leer todos los relatos presentados al concurso. Risas aseguradas. Un abrazo.
ResponderEliminarTernura en la convivencia y esa complicidad que desenvuelves con humor para sobrellevar la rutina. Te deseo mucha suerte en el concurso Mamen.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Matilde. Es un relato sencillo y solo con poder participar me conformo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mamen. Has reflejado bien que la convivencia, a pesar de los cambios de humor, con actitud supera cualquier marejada. La esencia de la felicidad está en las cosas sencillas así que estos dos duraran juntos hasta que la Parca se meta de por medio. Saludos y suerte 🖐
ResponderEliminarJM Vamjav, este relato refleja muy bien todo lo que comentas. Las cosas sencillas son la sal de la vida. Un abrazo.
EliminarLas relaciones hay que regarlas, cambiando el agua cada día. En esta relación, aunque hay dificultades, no deja de existir ternura y cariño. Un abrazo.
ResponderEliminarRR_misterio, es un modo de vida cotidiana. Quizá muestra mucha ternura y menos bronca. Un abrazo.
EliminarEse San Valentín que aparece, cuando aparece de imprevisto, se puede llevar por delante alguna que otra pareja. Por lo menos acabaron bien. Un relato que es una oda a lo rutinario y que destaca los mejores aspectos de él. Muy bien mostrada esa faceta, me ha gustado mucho sobre todo en ese sentido.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte.
En la pareja día a día lo rutinario es lo que perdura, en este caso el intenta que se salga de la monotonía que ella está bien acostumbrada. Un abrazo.
EliminarLo cotidiano nos convierte en aburridos pues ya no somos capaces de sorprender ni sorprendernos de tan conocido que nos resulta la persona que tenemos al lado. No obstante hay que esforzarse. simplemente con una sonrisa puedes alegrar el día a cualquiera que tenga algo de sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
A pesar de lo cotidiano el salir con algo que haga gracia y nos saque una sonrisa, merece la pena. Un abrazo.
EliminarHola Mamen. Una historia muy tierna la que nos traes. La línea entre el amor y la costumbre es muy delgada, pero estos dos parece que han encontrado la fórmula para no caer en la muerte del día a día.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en el concurso. Un saludo.
Bruno, si que es muy tierna, pero la historia es que no he querido reflejar una bronca dura, sino la costumbre cotidiana. Un abrazo.
ResponderEliminarMamen Piriz García,
ResponderEliminarMe gustó mucho tu crónica que cuenta la vida diaria de un hogar, especialmente en estos tiempos de pandemia.
Abrazos.
Jornalista, veo que entras por primera vez en mi blog. Este relato es la vida de una pareja cotidiana que con ironía quieren salir de la convivencia rutinaria. Es un relato para un reto del Concurso del Tintero de oro. Si entras en el blog te encantará leer otros relatos. Un abrazo.
ResponderEliminarUna lectura muy tierna y entretenida. He pasado un buen rato leyendola, gracias. Un beso
ResponderEliminarEl Desván de Visensi, muchas gracias por tu comentario y visita. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. A estas alturas yo creía que tenía todos los relatos leídos y comentados, pero resulta que me faltaba este. De hecho, al leerlo, me he dado cuenta de que ya lo había hecho, así que perdón por el retraso. El relato presente una estampa de matrimonio enamorado, mucho más él que parece que es quien mantiene la llama procurando que no se apague. Buenos detalles, me refiero tanto a lo que tiene el marido con la esposa como a lo que realmente escribe la autora con algún toque de humor cotidiano. Nos leemos en el próximo reto. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Isan, ya ves que es muy simple y se refiere a la vida cotidiana. Nos vemos en el próximo reto. Un abrazo.
EliminarHola Mamen
ResponderEliminarrealista, cotidiano y con humor. Los ingredientes perfectos para un relato que se agradece.
Deseo lo mejor a esos protagonistas tuyos a los que pocos pueden ya enseñar algo de lo que es vivir en pareja.
Suerte y abrazos
Es cotidiano y es realista con un humor mas bien a regañadientes, pero algo he podido presentar. Un abrazo.
ResponderEliminarUn relato de lo cotidiano en una pareja después de años juntos y en confinamiento. Un tema tan real como la vida misma. La rutina se piensa colar entre esta pareja para separarla, pero creo que con un Martín tan entusiasta no lo va a conseguir. Lo pendiente que está en todo momento de ella. El final de una ternura que llega al alma.
ResponderEliminar¡Felicidades, Mamen y suerte en El tintero!
Maria Pilar, gracias por tu comentario es un punto de vista muy realista que puede pasar a muchas parejas con edad. Suerte para ti. Un abrazo.
EliminarMuy tierna relación, que a pesar del tiempo pueden mantener los distintos condimentos para un gran matrionio.
ResponderEliminarEl perrito del final era lo que les faltaba para la felicidad total.
Buen relato, mucha suerte en el concurso.
Cyn es tierna a pesar de que pedían bronca. Es lo que me salió. Gracias por la visita. Un abrazo.
EliminarQué pareja más linda. Creo que de esas hay pocas y queda patente en la mayoría de los relatos. Me han dado un poco de envidia... sana, eso sí.
ResponderEliminar¡Un beso y mucha suerte en El tintero!
MJ Ruiz eso me dicen casi todos que es tierna, no era lo que yo quería escribir, pero me salió así. Suerte no se si tendré porque hay magníficos escritores. Lo importante es participar que este año tengo un poco abandonado al Tintero. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Parece que aunque la rutina invada en ocasiones a la pareja, el marido hace lo imposible por aligerarla. Buen relato con un final más que feliz. Un abrazo y suerte en el Tintero
ResponderEliminarGracias José R. dentro de la rutina algo se salva. Pero la suerte en el tintero la tienes tu. Un abrazo.
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