Después de visitar la Mezquita de Alabastro, fuimos a ver el Museo de Antigüedades de Egipto. En la entrada había demasiados grupos y fuimos entrando muy rápido pero habia demasiada gente. Esto me pasó cuando fuimos a visitar el Hermitage en San Petersburgo, Rusia y En Versalles de París, Francia. Esto en el Museo de el Prado en Madrid nunca me pasó, la entrada es mucho más ordenada y no dejan pasar un grupo sin salir otro.
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Nosotros en el Museo. |
El Antiguo Egipto es una civilización apasionante. Las majestuosas tumbas, los faraones y la concepción única que tenían acerca de la vida y la muerte han logrado interesar a arqueólogos de todo el mundo. Expertos que han dedicado su vida a resolver los misterios escondidos dentro de los templos, las ruinas y las tumbas ubicadas a lo largo del río Nilo.
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Museo y Paza Tahrir. |
Los secretos de esta civilización están resguardados en las pinacotecas más importantes del planeta, entre el Louvre y el British Museum. Sin embargo, nada se compara con el Museo de El Cairo; un recinto que cuenta con una colección de alrededor de 120 mil piezas, todas pertenecientes al Antiguo Egipto. Quizá por esto, este museo es una de las principales atracciones de la ciudad africana y una parada obligada para los amantes de la cultura.
Se encuentra en el centro de El Cairo, en la plaza Tahrir. Fue diseñado en 1900 por el arquitecto francés Marcel Dourgnon en estilo neoclásico, inaugurándose en 1902. Lo administra el Consejo Supremo de Antigúedades (Supreme Council of Antiquities, SCA), cuyo secretario es Zahi Hawass. Desde 2004 la directora del museo es Wafaa El Saddik, doctorada en arqueología en Viena.
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Gran Museo Egipcio de Guiza. |
Muchas instituciones han criticado que el museo no tiene espacio suficiente para exponer las obras, que parecen estar "apiladas" más que expuestas (el museo contaba en su apertura con 12 000 piezas y actualmente tiene 150 000) y es por ello que está en construcción el Gran Museo Egipcio, que pretende recoger la mayor parte de la colección del museo, con una tecnología y una arquitectura mucho más moderna. Sin embargo, este museo no sustituirá al presente, que continuará abierto del mismo modo.
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Interior del Museo. |
Estas son las 10 obras que alberga el museo y que no pueden pasar desapercibidas.
Estatuas de Amenhotep III y Tiyi.
Estas esculturas, de más de 36 metros de altura, están en el centro de la primera sala del museo y dan la bienvenida a los visitantes. Cabe resaltar que además de las representaciones colosales del faraón Amenhotep y su esposa (pertenecientes a la dinastía XVII), las piezas se hacen acompañar de unas pequeñas figuras que representan a las tres hijas de la pareja (al centro y a los lados).
Paleta de Narmer
Esta pequeña placa es una de las obras más importantes del museo, ya que sus relieves relatan la unificación del Alto y Bajo Egipto por el rey Narmer; evento que marca el comienzo de la primera dinastía del Imperio Egipcio. La obra contiene una gran cantidad de símbolos, uno de ellos es la representación duplicada (en las partes superiores) de la Vaca Celeste la cual se relaciona con la diosa Hathor, deidad del amor y las artes.
Estatua de Jasejemuy
Esta estatua es la representación del faraón Jasejemuy, uno de los primeros gobernantes del Imperio Egipcio unificado, y el último de la segunda dinastía del Imperio. La mayoría de sus tumbas y recintos funerarios están en Abydos, a la orilla occidental del río Nilo en una zona ahora conocida como Umm el-Qaab.
Estatuas de Rahotep y su esposa Nofret.
Estas esculturas sedentes y de bulto redondo pertenecen a un matrimonio de la clase social más alta de la civilización egipcia. El arqueólogo Auguste Mariette y su equipo las descubrieron en 1871 durante las exploraciones de una tumba al norte Médium.
Estatua sedente del faraón Kefrén.
Esta escultura de tamaño natural plasma la grandeza del faraón Kefrén, que perteneció a la dinastía IV. El personaje está sentado en un trono en posición hierática para reafirmar su poder. Asimismo, en la parte posterior de su nuca lleva el símbolo del dios Horus, considerado como el mesías de Egipto.
Triada de Micerino.
Se trata de una de las esculturas más importantes de toda la civilización egipcia. En el centro, en postura hierática y más alto que los demás personajes, está el faraón Micerino; lo acompañan, del lado derecho, la diosa Hathor (deidad del del amor y las artes) y a la izquierda, la divinidad del nomo de Cinópolis.
Máscara funeraria de Tutankamón.
Tutankamón, el faraón adolescente, fue inmortalizado en esta máscara de oro, vidrio y piedras semipreciosas. Es una de las obras más importantes no sólo del arte egipcio sino de toda la historia del arte. La pieza forma parte de los cuantiosos tesoros encontrados en la tumba del gobernante.
Sárcofago de Tutankamón.
Dicho ataúd es otro de los tesoros hallados en la tumba de Tutankamón. Dentro de este sorprendente y conservado sarcófago de oro macizo (con alrededor de 110 kilogramos de peso), Howard Carter encontró en 1922 los restos de este joven faraón, que aunque contó con una corta vida es considerado como uno de los personajes más relevantes de la historia egipcia.
Sarcófagos pétreos.
Las momias son sumamente emblemáticas en la cultura egipcia por el sorprendente proceso funerario que realizaban para honrar a sus difuntos; que va desde el embalsamamiento hasta la creación de ataúdes llenos de inscripciones que revelan detalles de las personas sepultadas, así como la concepción de la vida después de la muerte según su filosofía.
Máscara funeraria del faraón Sheshonq II
Esta máscara funeraria de oro conservó los rasgos del faraón Shoshenq II, que reinó en 887-885 a.C. durante la dinastía XXII en el tercer periodo intermedio de Egipto. La preservación de esta valiosa pieza es afortunada ya que la tumba de este gobernante fue la única, de la dinastía, que no fue saqueada.
El piramidión de Amenemhat III
El piramidión de Amenemhat III es la piedra angular que una vez coronó la Pirámide Negra en Dahshur.
Fue elaborado alrededor de 1850 a. C., hacia el final de la dinastía XII durante el Reino Medio y hoy permanece casi intacto; es uno de los pocos piramidales que siguen en pie.
Salimos del Museo muy contentos porque, al final se pudo ver mejor el lugar. Pero al principio todos los grupos ibamos a los mismos lugares.
Hemos visitado este museo con mucho agobio, ahora ya en tranquilidad puedo ver la información del museo gracias a Wikipedia.
¡¡Espero que os guste!!
Gracias por compartir historia, magnifico reportaje. Feliz viernes. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen, por pasarte por mi blog y comentar. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti guapa feliz tarde
EliminarGanas de volver para ver el nuevo museo. Ha de ser colosal.
ResponderEliminarGracias por compartir. Un abrazo
Si, cuando volvamos de nuevo seguramente ya estará abierto y lo podremos ver. Un abrazo.
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