Llegó la hora de seguir la excursión ahora toca viajar en avión desde Aswan a El Cairo.
Después de volver del poblado nubio fuimos al barco a recoger las maletas y nos dieron una bolsa con comida. Salimos del barco y en bus nos llevaron al aeropuerto de Aswán. Tardamos más de media hora ya que el trafico en El Cairo es tremendo.
Hicimos el Chekin, pasandos por varios controles. El avión se demoró más de una hora, así que nos dío tiempo a comer, pasear por el aeropuerto y tomar café. Esperamos en la salida 12, allí hasta que nos dieron paso para el embarque.
Cuando llegamos recogimos las maletas. En el exterior, el autobús nos esperaba para llevarnos al hotel. Estubimos mucho tiempo sin salir del aeropuerto hasta que las autoridades portuarias nos dieron paso. Sin salir todavia nos cambiaron de autobús, ya que no íbamos a ir en directos al hotel.
La circulación en El Cairo fue un caos, muchos coches de toda clase y se formaban caravanas. Cuando llegamos donde era la salida del restaurante beduina el bus se confundió, se pasó de entrada y tuvo que marcha atras unos 200 m.
Nos llevaron a cenar una comida beduina a las afueras de El Cairo. Invitados por los tres guías de los tres grupos.
Cuando llegamos al restaurante, los otros dos grupos ya estaban cenado. Cenamos una comida muy rica. Un arroz con cordero, con distintas salsas. El pan de pita, me encantó.
Sobre las 10:30 h. que salimos del restaurante, no sé cuanto tiempo pasó hasta llegar al hotel.
Después de cenar volvimos ya hacia el hotel. El caos circulatorio otra vez fue un divetimento, ya que cada conductor conduce como puede.
Al fin llegamos al hotel. Allí al entrar mas controles y una larga cola para subir a las habitaciones. Pero al final subimos y después de ducharnos pudimos descansar.
Hotel Grand Nile Power 5*
El hotel muy elegante y bonito en las zonas comunes. La habitación que nos tocó a nosotros la 1253 estaba en el piso 12. Tenía unas buenas vistas desde el balcón.
Un error no sé de quien, a los matrimonios nos dieron camas dobles y a los solter@s las habitaciones de matriminio. Como llegamos cansados no dijimos nada en recepción. El caso era descansar y poder dormir bien.
En baño muy amplio pero tenía un problema la bañera muy alta, por lo demás estaba limpio, las toallas y albornoces de baños con zapatillas.
En el lavabo no faltaban botellas de agua para enjuagarnos los diente. Nos recomendaron no beber agua del grifo, en todo Egipto.
Salas comunes en el hotel.
Con Miguel, Director del Museo de Olivenza.
Recepción.
Salón de música.
Por la noche bajabamos a la cafetería a cenar una cena ligera tipo sándwich.
El buffet para el desayuno muy completo.
Por la noche las vistas del entorno del Nilo desde el hotel era maravilloso.
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