Desde muy joven, he sido un peón de la estrategia de mis padres los Reyes Católicos para casarme con 17 años con Felipe El Hermoso. Con el tiempo entre Felipe y yo surgió el amor y tuvimos seis hijos. Criar seis hijos siendo tan joven no resultó fácil. Despues de varias muertes de mis antepasados me tocaba ser la heredera de la corona de Castilla y Aragón. Regresé de Flandes a España para reinar.
En la Cortes de Toledo decidieron que yo como mujer no podria reinar y dijeron que tenían dudas de que yo pudiera reinar por mi estado de Salud Mental.
Os escribo esta misiva para deciros que toda mi vida has sido una conspiración de los hombres contra mi, para evitar que reinara.
Muchos estudiosos han dicho que mi presunta locura se debe a que los hombres no querian que gobernara por ser mujer y me dianosticaron que era inestable.
Discutí con mi madre al tener las dos fuerte caracter y me confinaron en el Castillo de la Mota en Medina del Campo. Desde que un día muy frio salí descalza al patio del castillo de madrugada y más tarde me refugié en una tahona hullendo de mis cosmpiradores y no quise salir por reveldía me declararon totalmente loca.
Y queridos tordesillanos, lo que yo quería era ser libre, tener libertad. Pero estando embarazada de mi sexto hijo tuve al tenerlo una fuerte depresión post parto que se aumentó al morir mi marido Felipe. Me confinaron ya en Tordesillas donde he vivido aislada del pueblo durante 50 años. Me trataron de loca por que me negue a oir misa, arreglarme y por andar desaliñada. Pero señores de Tordesillas nunca estuve loca, mi locura era de que me aislaron de todo, solo la música y escribir fue lo que me salvó de ese aislamiento. Lo único que siento es que me encerraron a cal y canto y no me permitieron en 50 años conoceros amigos tordesillanos.
Así que tras mi muerte no os sintáis dolidos porque vosotros nunca tuvisteis culpa.
Atentamente:
Juana I
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¡¡Espero que os guste!!
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