Anna Ancher, Interior con clemátides |
Aquí es este rincón que me ha dejado prestado mi compañera Carmen Pinedo voy a colocar uno de mis jarrones sobre esta mesa camilla, permiso para hacer el cambio Carmen.
Las mimosas eran unas de las flores preferidas de mi madre, cuando llegaba este tiempo no faltaban en su lugar preferido, sobre la mesa camilla al lado de la ventana.
Hace que hoy sea un día tan sensible para mi, por su aniversario de su muerte me traigan mas recuerdos de los acostumbrados.
Mimosas al natural, pintado al óleo por Mamen Piriz
(46 x 38 cms.) |
¿Cuánto me gustaría que hoy me visitaras mamá? He colocado en tu rincón preferido las mimosas que ya están florecidas.
Preparé la silla, cuando llegues te daré unos masajes en tus pies. Me encantaría que me llenes de abrazos y besos, ¡muchos besos!. No me importa que no vengas tú, me conformo que venga tu espíritu, por que se que no puede ser un fantasma malo, será el mejor que tu tienes. Le daré mil achuchones como te di el día que me dejaste. Te fuiste sin hacer ruido.
—¡Siéntate en la silla ama! ¡cuéntame!
—Los cuentos que de niña me contabas,
— ¡Cuenta el último mamá! que no olvidabas.
— Con la amnesia faltaban muchos detalles que yo te los recordaba.
—¿Te acuerdas cuando ibas por la vereda a por agua al pozo montada en la burrita? nunca se te olvidaba.
— ¡Si mamá, cuéntame ese!
— ¿Recuerdas cuando los perros, los gatos, las gallinas, las ocas, los patitos del cortijo te oían cantar?. Te seguían, todos iban a la fuente acompañándote a por agua.
— ¡Ven, ama, ven! cántame esa canción que cantabas. Cuando me siento en este rincón te oigo silbar la melodía.
—¡Ven ama,ven! hoy es el día.
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