Duérmete niño... duérmete ya...
Que viene el coco y te llevará...
Le cantaba Susana a su
hijo para que se durmiera. El niño agarrando de la mano de su madre se
quedó plácidamente dormido, ella lo colocó en su camita, lo
arropó. Mientras, Susana aprovecho ese momento para visitar a su vecina
que había venido de la clínica después de tener una niña. En casa de su vecina estuvo poco tiempo, por miedo a que se despertara Sergio.
Abrió la puerta y se llevó una sorpresa. Quedó sorprendida al entrar en casa. Se encontró toda la casa
revuelta, algunas puertas de la cómoda abiertas, las cosas y las ropas de los
cajones por el suelo. Susana fue directamente a la habitación del Sergio y el
niño no estaba. Tenía la ventana abierta y asustada se asomó a la
ventana. En casa, ni rastro del nene. Llamó a la puerta de la vecina llorando,
disgustada y desencajada.
--¿Qué te pasa Susana? le
preguntó la vecina.
--¡Que me han robado en casa y se
ha llevado al niño!
--¿Cómo va a ser eso mujer, si no
hemos oído ningún ruido?
--¡Mira entra, no está
Sergio en la cama!
La vecina enciende la luz y el niño
estaba dormido en el suelo tapado con unos cojines.
La madre aliviada cogió al
niño en brazos y lo acostó en la cama. Abrazó a su vecina, ya con la alegría
que le caracterizaba después del susto que se había llevado.
250 palabras
Sentimientos:
Placidamente, miedo, sorpresa, disgusto, desencajada, aliviada, abrazo, alegria, susto
¡¡Espero que os guste!!
Vaya!! Otro susto con un niño de por medio. Cómo son estos niños 😂
ResponderEliminarSi me permites, te digo ciertos puntos de tu relato que me sacaban de la trama:
- repetición del nombre de Susana en demasía
- repetición de palabras, como cuando abre la ventana, por ejemplo
Muchas gracias por tu visitta y tus correcciones. No estoy en casa esta semana y en cuanto tenga mi ordenador lo corregire. Lo escribi tan rápido que solo preparé las 250 palabras. Un abrazo.
EliminarA los críos nunca hay que dejarlos solos, porque te la pueden armar gorda y darte un disgusto, je, je,
ResponderEliminarUn abrazo.
Y me lo dio, fue un caso veridico. Un abrazo.
Eliminar¡Vaya con Sergio! ¡Menudo susto! Buen aporte al reto, Mamen, con ese salto del miedo a la alegría.
ResponderEliminarIntenté a acercarme a los sentimientos que pedian con este caso verídico. Un abrazo.
EliminarY después del gran susto... viene la calma! Es que los niños son tremendos y las madres ya están curadas de espantos... aunque bueno ... depende de que ocasiones ... parece que todavía no! Ja, ja! Un abrazo!
ResponderEliminarLos niños siempre hacen trastadas, esta es una de muchas que hizo Sergio in anbrazo.
Eliminarentiendo que el niño es un torbellino irrefrenable, y que este no sera e ultimo disgusto que sufra Susana. Me ha resultado muy original la trama.
ResponderEliminarabrazo
Sergio era un niño trasto y muy gracioso. Hoy en día un hombre muy traajador, bueno y responsable. Un abrazo.
Eliminar¡Suuuusto! Que angustioso descubrimiento. Sospecho que pudo ser el niño que se despertó revolvió un poquillo la casa y se volvió a dormir fuera de la cama. Siempre imaginamos lo peor cuando nos angustiamos de antemano.
ResponderEliminarUn abrazo Mamen.
Siempre cuando se trata de desaoariciones de niños son agustiosas y Sergio hizo algunas. Esta es una de ellas. Un abrazo.
Eliminar¡Susto es poco! para una madre que pierde a su bebé, me imagino el enorme alivio que sintió al encontrar a su hijo de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por supuesto, el mal rato no se lo quitó el alivio de encontrar al bebé. Un abrazo.
EliminarHola Mamen, buen susto se llevó la madre, imagínate, pareciera que en verdad vino el coco y se lo llevó... Al final resulta ser un niño travieso mas, que finge dormir para hacer de las suyas, ja, ja.
ResponderEliminarQue tengas un agradable fin de semana.
Sergio siempre hacía muchas travesuras las hay más gordas. Pero así son los niños siempre nos hacen pasar mal rato y muchos buenos ratos tambien. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Carmen! Jo, recuerdo una vez que me pasó algo parecido. Siendo padre primerizo, solía pasarme por las noches por la habitación de mi hijo, bebé entonces. Más que nada para tocarlo y escucharle respirar bien. En una noche, no lo encontré y de inmediato encendí la luz con el corazón a mil. Resultó que se había colocado debajo de las sábanas y casi entre el hueco del colchón y la barrera de la cuna.
ResponderEliminarNi qué decir que el alivio posterior me dejó con las piernas temblando. Un estupendo micro donde el terror y alivio se suceden como tal cual como sucede en la vida real. Un abrazo!
Los niños en una edad temprana nos pegan sustos de estos. Cuando son mayores nos dan otros sustos. Ahí estamos los padres para aconsejarlos. Un abrazo.
EliminarHola Marmen, tu relato me recordó una mañana al despertar que no encontraba a mi niño que entonces tenía ocho meses. Me volví loca buscando por el piso gaste que no sé porqué miré bajo la cama, y allí estaba durmiendo tranquilamente. Nunca sabré cómo se bajo de la cuna y se metió bajo la cama a dormir. Has narrado muy bien la escena y desesperación de la madre. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarNuria, casi todos los niños nos dan sustos. Y si aparecen es llevadero a pesar del mal rato que nos hacen pasar. Un abrazo.
EliminarHola Mcarmen la verdad es que en muy pocas palabras has contado toda una aventura, pobre Susana y menudo susto. Un abrazo.
ResponderEliminarPobre Mamen por que este hecho es real y me pasó a mi con mi hijo Sergio. Un abrazo.
EliminarLa sensación de vorágine irracional muy lograda, enhorabuena.
ResponderEliminarGuille muchas gracias por pasarte por mi blog y hacer el comentario. Un abrazo.
EliminarEstas escenas terroríficas de la vida cotidiana siempre nos hacen pegar no ya respingos sino tremendos sustos. Es que son tan indefensos y los sentimos tan dependientes de nosotros que cualquier pequeñez puede dejarnos al borde del infarto. Un abrazo
ResponderEliminarLos bebés siempre nos pegan sustos y hay que al final saber llevarlos. Un abrazo.
Eliminar¡Madre mía, qué susto! Menos mal que Susana no ha llamado a la policía, jajajaja. Los niños son un pequeño desastre y la fuente de los sustos. La pobre ha pasado por todo tipo de sentimientos. Un saludo.
ResponderEliminarEn estas escenas se pasan por todo tipo de sentimiento, y este es uno de ellos. Un abrazo.
EliminarCreo que lo peor que puede pasar a quienes somos madres e incluso a quienes no lo son, es el miedo a que a nuestro peque le ocurra algo mal. Lo has descrito genial, Mamen. Un abrazo, compañera.
ResponderEliminarGracias Isabel por tu comentario, Un abrazo.
EliminarUn momento de sobresalto y luego un alivio, por un oportuno descubrimiento.
ResponderEliminarBien contado. Un abrazo.
Muchas gracias por tu comentario compañero de letras. Un abrazo.
EliminarTremendo susto se llevó esa madre, no puedo imaginarme en una situación así, muy bien contado, me gusto tu micro.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Muchas gracias por tu visita y tu comentario. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Mª Carmen! Este reto de El Tintero nos ha dejado ya varios sustos con pequeños... y yo soy padre primerizo y no me recupero de la angustia, jaja. Me ha gustado tu propuesta. Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
ResponderEliminarJavier muchas gracias por tu comentario. Si eres padre primerizo preparate para estos sustos y otros que los hijos traviesos nos hacen. Son niños y esas travesuras va con ellos. Un abrazo.
EliminarLos padres sufrimos un pavor irracional por los hijos que quedan bien representados en tu texto, afortunadamente, con final feliz.
ResponderEliminarEs afortunado que ese susto tuviera un final feliz. La ventana fue un susto tremendo. Un abrazo.
EliminarVaya susto, Mamen, los niños desde que nacen no hacen otra cosa que darnos cariño, alegrías, pero un sobresalto continuo, jeje.
ResponderEliminarMe gustó mucho el final feliz.
Un abrazo!
Muchas gracias Pepe por tu visita y tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Ah! La imaginación que a veces nos hace jugarretas bastante feas y angustiantes. No me imagino una situación así. Enhorabuena, te quedó un relato muy bueno para el reto. Saludos.
ResponderEliminarAna Piera muchas gracias por ti visita y el comentario. Un abrazo.
EliminarMi querida Mamen, si ya eres pura emoción mi niña y este microrelato lo demuestra. Del llanto a la alegría, de la desesperación y el desconsuelo a la serenidad que da la tranquilidad de estrechar de nuevo a su hijo. Un abrazote grande, grande para ti.
ResponderEliminarGracias Emerencia, Puse todos los estados que pasé en esos momentos y lo vi idoneo para este reto. Un abrazo.
EliminarMuy buen micro, Mamen.
ResponderEliminarCon los niños nunca se sabe por dónde van a salir. Acostumbran a dar unos sustos de órdago.
Un fuerte abrazo.
Hola Mamen que susto se llevó tu protagonista y que alegría al ver a si niña dormida entre los cojines con un final feliz .
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Pues la verdad es que el susto ha sido importante, jejeje. Menos mal que todo quedó en eso. Un abrazo, Mamen.
ResponderEliminarHola, Mamen. Buen susto nos has dado con este micro! Menos mal que solo había que prender la luz! Un abrazo
ResponderEliminarHola, Mamen, qué angustia me ha entrado leyendo el micro. Lo veía tan real. Solo al final he podido respirar para relajarme.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un relato casi de terror. No puedo imaginar nada peor que ir a la cuna del niño y que no esté. Ya bastante angustia sentía cada vez que iba a ver si estaba bien y pensaba que igual había dejado de respirar. Si no está, me da un pasmo.
ResponderEliminarUn beso.
Un buen susto, ¡qué momentos de tensión, con lo plácido que había empezado! Un abrazo, Mamen.
ResponderEliminarHola Mamen, un relato algo angustioso, y más cuando una es madre primeriza, menos mal que el niño se quedó dormido en el suelo entre la ropa de los cajones.
ResponderEliminarTe felicito, saludos de flor.
Tu relato refleja de maravilla el gran susto de la madre, junto al temor de su desaparición y robo en casa, para finalmente acabar en la alegría de saberlo bien. Un nene algo travieso...☺️
ResponderEliminarGenial, Mamen.
Un abrazo.