martes, 26 de agosto de 2025

Capitales Imperiales: Viena 2ª día. 2-8-25


Después de desayunar  un buen buffet nos subimos en el bus. Nos llevaron a visitar por la mañana El Palacio de Schönbrunn.

La antigua residencia de verano de los Habsburgo destaca con sus esplendorosas estancias imperiales, un fantástico jardín y una experiencia en realidad. En el palacio de Schönbrunn se alojaban antaño el emperador Francisco José, la emperatriz Isabel y el resto.


El palacio de Schönbrunn es una de las construcciones barrocas más hermosas de Europa. En posesión de los Habsburgo desde 1569, la esposa del emperador Fernando II, Leonor Gonzaga, mandó construir en el recinto un palacio de los placeres, que ella misma bautizó como "Schönbrunn". El palacio y los jardines, construidos después del asedio turco a partir de 1696, sufrieron una profunda reforma encargada por María Teresa. Hoy, el palacio forma parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO debido a su gran importancia histórica, su carácter único y su magnífica construcción.


En 1830, el emperador Francisco José nació en el Palacio de Schönbrunn. El monarca pasaría la totalidad de sus últimos años de vida en esta residencia. El palacio cuenta con un total de 1441 salas, de las cuales 45 pueden ser visitadas. Las instalaciones interiores son de estilo rococó. La Salón de los Espejos del palacio de Schönbrunn vieron a Mozart interpretar piezas musicales cuando tan solo era un niño prodigio. En el Gabinete Chino Oval, María Teresa celebraba sus conferencias secretas con el canciller de estado, el príncipe Kaunitz. En el Salón "Vieux-Lacque" Napoleón pronunció una conferencia. El Salón Chino Azul fue el lugar en el que, en 1918, el emperador Carlos I firmó su renuncia a gobernar (final de la monarquía). El Salón del Millón, revestido con palo de rosa y con ricas miniaturas traídas de India y Persia, es una de las salas rococó más hermosas que existen. En la Gran Galería se reunieron los miembros del Congreso de Viena de 1814/15.





El parque del palacio de Schönbrunn se puede visitar de forma gratuita durante todo el año, y en él se esconden impresionantes fuentes, estatuas, monumentos, árboles y flores, además de la espléndida Glorieta,  el jardín del Príncipe Heredero, el jardín Orangeriegarten, el laberinto, la Casa de las Palmeras y la Casa del Desierto también forman parte del parque del palacio.

El espacio del jardín con esculturas entre el palacio y la fuente de Neptuno recibe el nombre de «Gran Parterre». Este jardín francés fue diseñado en 1695 por Jean Trehet, un discípulo de André Le Nôtre. El complejo contiene muchos elementos dignos de mención propios de los palacios europeos de la época, como el Zoológico, una orangerie construida en torno al 1755 y una casa de las palmeras que sustituyó en 1882 a unos diez invernaderos anteriores más pequeños ubicados en la parte oeste del parque.



Nosotros no pudimos ver todos los jardines que en este palacio hay. La falta de tiempo y lo grandioso de los jardines, nos dieron un  margen  muy corto para visitarlos todos.


La Glorieta


El eje principal del jardín apunta hacia una colina de 60 metros de altura, que desde 1775 ha estado coronada por la Glorieta. María Teresa decidió que esta Glorieta debía ser diseñada para glorificar el poder de los Habsburgo y la «guerra justa» (una guerra que se emprende por necesidad y conduce a la paz), y ordenó a los constructores que reutilizaran la «piedra que de otro modo sería inútil» que quedaba de la demolición del cercano Palacio Neugebäude.

         

Las esculturas del jardín del Palacio de Schönbrunn fueron realizadas entre 1773 y 1780 bajo la dirección de Johann Wilhelm Beyer, un artista y diseñador de jardines alemán. El Gran Parterre está bordeado en sus dos lados por treinta y dos esculturas de tamaño superior al natural que representan divinidades mitológicas y virtudes. La fuente de Neptuno, a los pies de la colina de la Glorieta, es el monumento que corona el Gran Parterre. Hay otras esculturas distribuidas por todo el jardín y el patio del palacio, incluidas fuentes y estanques. Varios escultores fueron contratados para la ejecución de estas obras, entre ellos Johann Baptist Hagenauer.




Iglesia de San Carlos Borromeo
                  
A pocos minutos andando del Naschmarkt se encuentra la Iglesia de San Carlos Borromeo, construida por el Emperador Carlos VI después de una epidemia de peste y otro de los lugares que ver en Viena más bonitos.

Este templo impresiona por su fachada coronada por una cúpula verde y flanqueada por dos columnas de 47 metros con escenas de la vida de San Carlos Borromeo (inspiradas en la Columna de Trajano de Roma) mientras que en el interior puedes subir en ascensor hasta la zona alta para admirar desde muy cerca los magníficos frescos de su cúpula.      


Parlamento de Austria

El Parlamento de Austria, situado junto a la Plaza del Ayuntamiento, es otro de los edificios más monumentales de la Ringstrasse y otro de los lugares más bonitos que ver en Viena.

De estilo neoclásico y construido entre 1874 y 1884, simulando un templo de la antigua Grecia, el edificio dispone de dos grandes salas unidas por un gran pórtico central que funcionan de sede tanto para el Consejo Nacional como para el Consejo Federal


Llegó la hora de comer y volvimos al centro de la ciudad y allí con las referencias que teníamos para volvernos a reunir nos dispersamos en la zona. Nosotros fuimos hacia el mercado Naschmarkt donde  había muchos restaurantes.

El Schnitzel es uno de los platos más famosos de la cocina austríaca y muy popular en Centroeuropa. Lo primero que pensamos cuando vemos un Wiener Schnitzel es que es un filete empanado de toda la vida. Y sí, lo es, pero es un filete empanado con nombre y apellido: el Wiener Schnitzel, que en alemán significa “filete al estilo de Viena”.


Nos volvimos a reunir después de comer y todos fuimos a visitar la biblioteca.

Biblioteca Nacional Austriaca
                

La Biblioteca Nacional Austriaca, que forma parte del complejo del Palacio Hofburg, es una de las bibliotecas más bonitas que hemos visto en el mundo y otro de los lugares que ver en Viena más impresionantes.

Construida en el siglo XVIII en estilo barroco, contiene más de 8 millones de documentos, entre libros antiguos como la famosa Biblia de Gutenberg, mapas y papiros de la Casa de Habsburgo, distribuidos entre sus altas estanterías de madera.
Pese a haber leído bastante sobre el lugar, tenemos que confesar que nos quedamos asombrados cuando entramos en su gran Sala Imperial, en la que además de miles de libros antiguos puedes ver varias estatuas de mármol, preciosos frescos que decoran su cúpula y dos fantásticos globos, uno terráqueo y otro celeste.




La sala principal de la Biblioteca Nacional Austriaca es la Sala Imperial (Prunksaal), una estancia imponente con una longitud de más de 70 metros.

Allí, en un ambiente idílico, rodeados de estatuas de mármol, pinturas y frescos en el techo, se encuentran las estanterías de madera de castaño en las que se conservan más de 200.000 libros impresos entre los años 1500 y 1850.


Entre tantos libros, se encuentra la colección de 15.000 volúmenes del Príncipe Eugenio de Saboya, además de diversos libros procedentes de bibliotecas monásticas que fueron cerradas durante las reformas religiosas de José II.


Tuvimos tiempo libre  para visitar y callejear por el centro.

     







Se puso a llover y en una cafetería tomamos un café y un helado, hasta que nos reunimos en el punto indicado y regresar al hotel.



¡¡Espero que os guste!!

                                                           Fuentes: https://es.wikipedia.

1 comentario:

  1. Jesús Sánchez Calle27 de agosto de 2025, 0:12

    Estupendo. Qué bien tener una cronista que te recuerde la experiencia. Muchas gracias, Mamen

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