CONCURSO DE RELATOS 35ª Ed. LA CONJURA DE LOS NECIOS DE John Kennedy Toole
BASES DE PARTICIPACIÓN DEL CONCURSO DE RELATOS:
Manolito
Manolito creció en una familia
pobre, fue el primer hijo de los tres que tuvo el matrimonio. En los años
cincuenta había poco trabajo en su pueblo natal. Como muchas familias,
emigraron a otra provincia para buscarse la vida y poder mantener a sus hijos.
Los padres trabajaron muy duro para darles la mejor educación a sus hijos, que no
les faltara de nada. Su madre cuando eran niños los trataba por igual, si
uno de los hermanos hacia una trastada, el castigo era para los tres.
Manolito
en su adolescencia fue un brillante estudiante y quiso estudiar en la Escuela
de Armería Maestría Industrial. La industria era el motor de la zona donde
vivían. Para entonces cuando terminó los estudios la industria ya
comenzaba a estar en crisis y a pesar de todo, creó una empresa junto con su
hermano pequeño.
Manolito de joven era muy guapo, pero de tan guaperas era creído y engreído,
miraba a la gente por encima del hombro. Pensaba que como él no había nadie.
Decía que había que trabajar con la cabeza para no trabajar con las manos. Su
madre creía en él, le llamaba el magistrado. Le dio poder para
manejar los ahorros de la familia. La madre era la que económicamente
sostenía a la familia. A Manolito se le subió los humos al creer ser un
buen empresario. Pero fue todo lo contrario, no le gustaba trabajar duro, el
trabajo duro lo hacía su hermano.
Cuando
Manolito salía a buscar trabajo para la empresa. Decía que se
dedicaba a los negocios. Cuando encontraba algo, se mostraba al
firmar algún contrato tan altanero, que los otros empresarios no
querían tratar con él, mostraba un porte altivo y de muy mala
educación. Eso le llevaba a perder contratos. Y si conseguía alguno
trabajo, nunca lo hacía él, los dejaba en manos de su hermano que era el obrero
y el que trabajaba. Su hermano era muy responsable y trabajador. A pesar de que
muchos meses no cobraba, seguía trabajando. Manolito decía que no llegaba para
pagar las deudas. Y se mostraba tan altivo y exigente y además quería
rapidez para que el trabajo saliera a tiempo. Pero él, no daba un palo al agua.
A
Manolito le encantaban las mujeres, como se creía tan guapo, se pensaba que las
mujeres guapas eran todas para él. Las conquistaba, las usaba y las dejaba a su
antojo. Era un pica flor, pensaba que todas iban a bailarle el agua. Hasta que
dejó a una chica embarazada y se tuvo que casar. Fue a casa de los futuros
suegros exigiendo el ajuar para su futura esposa. Se casó cuando la muchacha
estaba ya de ocho meses. Al mes siguiente dio a luz una niña, cuando lo
que él quería era tener un niño, Manolito no se conformó con eso y cada
año le hacía una hija. Pobre mujer se pasó una parte de su vida pariendo
niñas, hasta tuvo siete. Parecía una coneja (como le decía su padre). Al final
tuvo un hijo después de varios abortos Pero Manolito a pesar de tener
tantos hijos, no dejó de ser un conquistador, durante su matrimonio salía
con otras mujeres engañando a su esposa.
Su
hermano ya cansado de aguantarlo, se fue de la empresa. Manolito partir de ahí,
negocio que empezaba, negocio que arruinaba. Y con el tiempo las deudas iban a
más. Con cada negocio que emprendía, su madre le avalaba. Probó de todo,
vinatero, camionero y recadista.
Un día vio un traspaso de un bar en la costa, y lo cogieron. Él quería que su
hermana y su madre lo llevaran durante el verano. Manolito pasaba el fin de
semana para hacer las cuentas y retirar el dinero. Hasta que su hermana se dio
cuenta y no quiso trabajar más con él y abandonó. Su madre solo se desvivía por
él y poco aprecio tenía para los otros hijos, Hasta que se descubrió que él no
era hijo de su marido.
Más
tarde montó un restaurante en la zona de ambiente. Su madre era muy buena
cocinera y llevaba la cocina. Durante un tiempo el restaurante le iba
bien con ayuda de su mamá. A los años su madre se murió de
agotamiento y de tanto trabajar, cuando lo que le tocaba era descansar después
trabajar tanto toda su vida.
Traspasó el restaurante y montó una marisquería homenajeando el nombre de su
madre. Pero no le fue bien y apenas tenía clientela, porque tenía fama de
cobrar mucho y los pocos clientes que entraban a comer no volvían por las
hostias que les metía en la factura.
La marisquería estaba siempre vacía, No le daba ni para pagar la luz. Así
pasaron los años y el negocio siempre estaba ruinoso. Se decía que era una
tapadera porque, tenía un club de alterne de mujeres, se decía que vendía
droga. Las hijas nunca quisieron trabajar con su padre por que las explotaba y
el negocio fue a menos.
Con el paso del tiempo ya envejecido, gordo y canoso había perdido su belleza
natural y mantenía un aspecto horroroso. El restaurante después de unos
años lo cerró al término de su vida laboral. Jubilado, volvió a su
pueblo.
Hoy
en día se le ve pasear por el pueblo cabizbajo con la mirada perdida hacia el
suelo. Con un aspecto muy de estar a olvidadiza o tener Alzheimer.
900 palabras
¡Hola Mamen!
ResponderEliminarEstá claro que a algunas personas no les sienta bien ser guapas. Pobre mujer, hijas, hermana y madre.
Pues después de tantos fracasos toca pasear las penas por el pueblo.
Muy feliz semana y mucha suerte en el concurso.
Gracias Marigem es uno de tantos que se creen grandes y han sido una mierda. Un abrazo.
EliminarLe estuvo bien como terminó, pero por desgracia dejó a muchos en la cuneta a lo largo de su vida. Engreídos y egoístas los hay por doquier.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya lo creo y no sabes cómo y ahora quien lo ha visto y quien lo ve. Un abrazo.
ResponderEliminarManolo es un personaje quizas mal orientado por la madre, pero aun asi no tenia manolito la menor empatia hacia los demas. Sin duda alguien asi siempre esta contra el mundo. Tu cuanto es de rechupete, me encanto la manera de hacerlo desde la cuna hasta la vejez del personaje. Responde bien al reto. Felicidades y suerte en los tinteros
ResponderEliminarMuchas gracias José por tu comentario, se verá en unos días. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mamen! Hacía mucho que no andaba por aquí.
ResponderEliminarNo puedo decir que me sienta mal por cómo terminó Manolito, quien mal anda... Creo que su madre tiene en parte la culpa.
Te deseo mucha suerte en el concurso. Un abrazo.
Hola Federico hace tiempo que no leo nada tuyo. ¡Anímate a participar! tu tienen muy buenos recursos. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
ResponderEliminarEs una pintura de un personaje no mu excepcional, por desgracia. A veces uno se pregunta si ese engreimiento no es la autodefensa de una feroz falta de autoestima. Lo único que se les puede desear es un límite de esos definitivos que pueda hacerlo reaccionar. Un abrazo
ResponderEliminarJuana, en este caso este hombre fue sembrado de autoestima. Era mucha chuleria y yo, yo y yo. Pertenece a un resumen de un personaje de una novela que tengo en mente y voy escribiendo poco a poco. Un abrazo.
EliminarHay algo de dualidad, porque indudablemente era un emprendedor, no le faltaban ideas. Y tuvo sus logros. Pero no supo retener, con mejor trato, a las personas que eran vitales para sus negocios. Sospecho que hubo de calumnias, de haberse dedicado al negocio de la prostitución y demás, habría tenido éxito económico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fue siempre un emprendedor y pensaba que iba a truinfar. Tuvo una vida muy rara y se aprevechaba de todos los que le rodeaban. Es un resumen de un personaje de una novela que estoy escribiendo y poco a poco iré completando.El personaje principal de esta novela es la madre. Un abrazo.
EliminarUn tipo curioso y extravagante. Un relato bonito sobre como reinventarse, el término aquel que se acuño tras la crisis de 2007.
ResponderEliminarEse final es triste y muy plausible. Un abrazo
Este personaje viene desde los años 70 y le tocaron otras crisis. Para la crisis del 2007 ya estaba en declive. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen:
ResponderEliminarSí, me ha gustado tu relato: nos acercas a un personaje que es reflejo de personas tan reales como dañinas.
Un abrazo, Mamen.
Nino, muchas gracias por tu comentario. Hay muchos tipos así. Un abrazo.
EliminarBuena historia, Mamen. Has creado un personaje soberbio, altivo, vanidoso, deshonesto y holgazán. Ese final de declive a la vista de todos, es una lección vital.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias Carmen, ese comentario me sube la autoestima de que en poco tiempo he podido crear un personaje que tenía en mente para una novela. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Tu relato es estupendo. El mensaje que transmite es poderoso: quien se aprovecha del esfuerzo de los demás para vanagloriarse de lo maravilloso que se es, siempre acaba mal, hundido en la miseria. Por momentos me ha recordado ese cuento clásico de La cigarra y la hormiga. Muy buen trabajo. Suerte y un abrazo!
ResponderEliminarGracias Beri, quizás he eludido parte cómica pero es que apenas tuve espacio de palabras para añadir algo más. Gracias por tu comentario Beri. Un abrazo.
EliminarEfectivamente hay personas que piensan que pueden hacer con su vida lo que quieran pero olvidan que no tienen derecho a hacer lo mismo con la de los demás! Hasta que la vida les da un "revolcón" aunque en ocasiones ya es tarde para rectificar! Muy buen relato! Un abrazo y mucha suerte!
ResponderEliminarY se librará de la conciencia en su vejez, si es verdad que pierde la memoria. Manipuló mucho a su familia. Un abrazo.
EliminarUn hombre que deja mucho que desear, se aprovecho de todos quienes le querían y de quienes podían ser clientes también hasta el punto que sus propias hijas no quisieran trabajar con él, merecido final.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
No sé cómo acabará su final pero hoy en día así se le ve por la calle. Solo y cavizbajo.Un abrazo.
EliminarHola, He conocido en mi vida a uno que otro Manolito y, la verdad, pienso que en su comportamiento hay mucho de influencia en los demás. Su Madre que lo mantenía, su hermano que hacia las cosas por él.. probablemente sus hijas que lo evitaban para no tener problemas. En Resumen, un montón de gente cercana que no le dejaba hacer lo que quisiera.. Excelente relato. ¡Saludos"
ResponderEliminarPues si, Octavio, posiblemente haya muchos Manolitos, pero este hacia lo que le daba la gana y lo que él quería otra cosa era que no le saldrian bien. Se llevó a toda su familia por delante. Un abrazo.
EliminarHola Mamen. me alegra verte de nuevo por el Tintero. El tal Manolito que retratas con tanto detalle es un vividor y muy sinverguenza, a pesar de ello ha conseguido ir tirando adelante en la vida, a costa del sudor y el esfuerzo de los demás. No creo que al final de sus días nadie le guarde mucho aprecio, tal vez su mayor consuelo sea precisamente el olvido. Un abrazo.
ResponderEliminarJorge gracias. Me animé a último momento. No creo que se olviden de él su esposa e hijas que para eso las tiene para que le cuiden. Otra cosa es que en la calle es un personaje solitario. Un abrazo.
EliminarVaya con Manolito. Un personaje muy bien construido que no despierta ninguna simpatía, muy acorde con el perfil de Ignatius Reilly. Estupendo tu relato, Mamen.
ResponderEliminarMuchas gracias Marta. me gusta tu comentario y que te haya gustado. Eres una buena crítica. Un abrazo.
EliminarHola Mamen una historia muy buena y que nos recuerda a muchos hombres que son así y han hundido la vida de los que les rodean. Suerte en el concurso Un abrazo
ResponderEliminarEste personaje se ha llevado a varias personas por delante, a sus padres, a sus heranos, y a empleados que trabajaban para él y no les pagaban y a saber a cuantas personas más. Pero el karma le acompaña. Un abrazo.
EliminarToda una vida de peripecias, a cada cual peor, no importa el cambio de parteners. No se salva ni una. Un personaje wue no hay por donde cogerlo. Un vividor. Hay muchos así, pero explicado todo así de golpe, da más rechazo.
ResponderEliminarLo de la mujer ... bfff
Abrazo y suerte
Gabiliante muchas gracias por tu comentario. No soy nueva en este concurso, llevo desde la 1ª edición pero cuando llegó la pandemia no me podia concentrar en nada ni en lectura, ni en escribir. En esta 35 edición me presento con este personaje que me pareció que daba la talla para el concurso. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola! Vaya con el Manolito, que has utilizado muy bien el diminutivo para darle el toque irónico que merece el personaje. Muy bueno. Un abrazo. :)
ResponderEliminarMerche muchas gracias por tu comentario. El Manolito es mucho Manolito. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. En la vida de vez en cuando (o más a menudo de lo que parece) salen jetas de estos que viven como dices sin pegar palo al agua. Has contado una vida entera de un tipo de estos que amargó a su familia y arruinó a su madre. Lo raro es que no se le hubiera acabado el chollo antes. Un abrazo.
ResponderEliminarIsan muchas gracias por tu comentario y visita. La vida de este personaje es para un libro, de momento está reducido a 900 palabras para el concurso. Un abrazo.
EliminarEl tal Manolito no es un excéntrico, no. Es un cara dura y un viva la virgen o bala perdida que se dice vulgarmente.
ResponderEliminarLa cosas funcionaron mientras vivía la mamá o le ayudaba la familia. Pero él además de irresponsable, vago redomado. Vaya pieza.
Un abrazo.
Una buena pieza y me quedo coerta. pero está en un capítulo de un libro que estoy tratando de escribir, va para rato. Gracias por tu comentario Francisco.Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Vaya el pieza que nos presentas, un tipo con una vida larga pero llena de tantos despropósitos que aún se le haría más larga y pesada. Sin embargo, sospecho que hasta la vejez no tuvo la idea de la persona que fue, hasta que se quedó solo y con las culpas reconcomiéndole, si finalmente llegó a ese momento de clarividencia, que no sé, ejej.
ResponderEliminarGenial relato, Mamen, me alegra volverte a leer.
Un abrazo!
Muchas gracias compañero Pepe, me alegro mucho de que te haya gustado mi relato. Y volver ha sido un placer. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Hola Mamen, ¡Rebienvenida compañera!
ResponderEliminarPues has escrito crónicas de un imbécil anunciada, parodiando el título de García Márquez. De una falta de empatía y de inteligencia total, el tiparraco, no me extraña que terminara solo y amargado, el que no siembra... ya se sabe.
Un fuerte abrazo, Mamen
Si es un personaje creado de vivencias ya conocidas y me vino al pelo acordarme de él para este concurso. Nos vamos viendo que todo es empezar de nuevo. Un abrazo.
EliminarUn tipo curioso este Manolito. Muy buen relato, Mamen.
ResponderEliminarMuchas suerte en el concurso.
Un abrazo.
Estrella muchas gracias , nos vamos leyendo desde ahora en adelante. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Una historia dura la de Manolita, aunque todo lo que le pasa se lo merece por llevarse por delante a tanta gente buena que siempre estuvo a su lado. Mucha suerte en el concurso.
ResponderEliminarSaludos.
A los más cercanos se los llevó pero también a gente que trabajó con él en sus negocios. Un tipo muy peculiar. Un abrazo.
EliminarPerdón , Manolito. Me bailó una letra, jejeje.
ResponderEliminarSe entiende que a veces hacemos erratas. Un abrazo.
EliminarHola Mamen.
ResponderEliminarLa culpa era de la madre por seguirle en todas y ser su favorito.
Yo un hijo vividor no lo quiero en mi vida.suerte!!
Fue siempre un vividor hasta tal punto que a pesar de tener muchas hijas no vivia en la misma casa. Una historia que da para un best sellers. Un abrazo.
EliminarHola Mamen describes un personaje que podía tener una vida de lujo y por su mala cabeza lo perdió todo . El tener a la madre como colchón sobre el que descansar todos sus problemas y sus gastos no fue precisamente la mejor compañía. Por como dejas el final parece que tambien perdió la memoria.
ResponderEliminarUn personaje muy triste
Un abrazo
Puri
Es un personaje que si llega a vivir con toda su memoria quizás al final de su vida la conciencia le recomería. Pero hasta tendrá suerte que la memoria se le vaya y no pueda recordar el daño que hizo. Un abrazo.
ResponderEliminarPor lo que noto en el relato, la madre tiene cierta parte de la culpa al crear esa personalidad en él. He visto en la vida real varios Manolitos.
ResponderEliminarBuen relato. Suerte en el Tintero.
Un saludo.
La madre estaba totalmente dominada por su hijo. Ella dejó su confianza en él, pero él consiguió que su madre no tuviera contacto con los otros hijos. Un abrazo.
EliminarHola, Mamen. Vaya prenda este Manolito, encima con suerte aprovechándose de la familia y disfrutando de sus vicios. Ahora de viejo no se acordará por la enfermedad, pero todo un vividor. Aunque, la culpa no fue del todo suya al malcriarlo la madre, los hermanos permitir que abusara de ellos y su mujer permitir que la expusiera de esa manera. Unas buenas hostias a tiempo y seguro que les habría ido mejor a todos.
ResponderEliminarSaludos y suerte.
Hola, Mamen. Vaya personaje desagradable este Manolito. Para tenerlo todo el día (o toda la vida) al lado. Demasiado tiempo lo aguantaron sus familiares.
ResponderEliminarUn trabajo muy bueno. Felicidades.